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Ahimsa es vida

sábado, 10 de diciembre de 2016

DERECHOS HUMANOS


Los Derechos Humanos: paz, libertad, dignidad, tolerancia, respeto son las bases para una convivencia pacífica entre todos los seres humanos.


Los Derechos Humanos nos pertenecen a todos por igual son nuestro bastión y nuestro estandarte. No se puede seguir permitiendo que unos cuantos individuos sigan desequilibrando nuestro mundo, usándonos como marionetas mientras ellos se esconden en su torre de marfil y juegan a los soldaditos sacrificando a miles de personas que no comprenden ni saben por qué viven ese infierno.

Si nos unimos podemos cambiar el rumbo de las situaciones que tanto dolor causan: guerras, violaciones, masacres, devastación de las culturas aborígenes y de la naturaleza. La gran mayoría de los seres humanos buscan, desean y luchan por la paz, por una vida digna con serenidad y por ver a sus hijos crecer; una manzana podrida pudre a las demás como la minoría que se dedica a desequilibrar todo el planeta  y solo desea el aniquilamiento de seres humanos para ellos poder alcanzar su beneficio.

Gran parte de los seres humanos no comprendemos cual puede ser ese beneficio al que aspiran esos aniquiladores. No se puede seguir quitando vidas humanas por un trozo de tierra, por dinero, por poder, por racismo... Estamos en pleno siglo XXI y no hemos aprendido de nuestros errores del pasado. Es verdad  que hay avances tecnológicos y algunos de ellos sirven para destruir vidas  humanas y destrozar países por ese beneficio que no logramos comprender.

Gritos de dolor y de desesperación llenan el aire de nuestra Madre Tierra y ella, a su vez, clama pidiendo paz, sus tripas se revuelven y rugen. No se puede seguir tolerando esa apatía de los Gobiernos hacia miles de personas sin hogar, sin protección, sin sustento ni aliento debido a las guerras, a las violaciones, a la esclavitud, a la violencia, estamos matando a la Madre Tierra y matándonos a nosotros mismos. La gran mayoría de la Humanidad está cansada de esta barbarie y pide el cese inmediato de las guerras, de las armas y levantamos nuestra voz en un himno de paz y de justicia, de libertad y dignidad, de respeto y de tolerancia, de perdón y de compasión.

Sigo sin comprender el porqué de tanta devastación y crueldad…  No sé cuál es el motivo ni la razón pero debemos recordar que todos somos inquilinos de nuestro cuerpo físico, teniendo un contrato de arrendamiento por un corto y efímero periodo de tiempo en la Madre Tierra. No somos dueños ni siquiera de un cabello, solo nos llevaremos nuestra alma y nuestro Espíritu.

Los seres humanos debemos volver de nuestro exilio espiritual, tolerar las diferencias y unir nuestros valores con respeto y dignidad, solo así conseguiremos una convivencia pacífica.

Este escrito es una súplica para los señores que solo desean la destrucción de vidas humanas por algún beneficio escondido, les ruego que depongan las armas, que dejen la violencia, las masacres, las violaciones para que todos podamos empezar una nueva vida y podamos honrar la memoria de las personas que con gran sacrificio se han ido.

Hay que tener un punto de cordura como Sancho Panza en el Quijote. 

Dejemos se jugar a ser dioses de barro y seamos seres humanos.
(fotos google)

viernes, 9 de diciembre de 2016

LA MAGIA DE UNA MARIPOSA AZUL


Siempre me han fascinado las mariposas, frágiles y hermosas, cuya libertad muchas veces he añorado. Mariposas que siempre me traen noticias de otros mundos, de otros tiempos y me regocijan con su vuelo y su belleza.

Caminando por el bosque, veía mariposas blancas que me saludan a mi paso y una sonrisa se dibujó en mis labios. Me senté en una roca y observaba los diferentes tonos verdes que la Naturaleza nos regala; estaba tan absorta en esa armonía cuando una mariposa azul aleteó delante de mi cara y se posó en mi mano.

Me quedé muy quieta mirando su belleza, su color azul  me embriaga y me embelesa,  llenando mi alma de gracia y de amor que solo puede dar un instante frágil y efímero de belleza.

Sentía ese cosquilleo habitual que precede a un viaje sin igual, cuando me sentí transportada a un lugar mágico llamado las “Montañas Azules”. Conozco este lugar porque he estado en mis sueños, incluso me he bañado en su lago lapislázuli; todo a mi alrededor es de color azul con diferentes tonos y colas de caballo cayendo en cascadas cuyo color celeste abre mi alma a un mundo mágico. Me arroba este lugar, la paz y la belleza son las reinas del lugar.



La Mariposa Azul vuela  delante de mi y me transporta a lo alto de una de las montañas, el espectáculo es impresionante y sublime. Estoy cautivada por la belleza cuando siento que alguien toca mi hombro… cual no es mi sorpresa, al ver a una joven y bella mujer vestida con una túnica de india y una cinta en la frente que lleva grabada en el centro una piedra de cristal en forma de estrella de cinco puntas. Estoy fascinada y tengo un sentimiento de paz y amor sin límites.

Se llama “Rayo de Luna”, me invita a entrar en una cueva alta, espaciosa y profunda, siento la magia del lugar.

“Rayo de Luna” al ver mi cara, me pregunta, ¿Cómo te sientes?, le contesto que muy bien que nunca había visto tanta belleza reunida en un solo espacio, los diferentes tonos de azules se armonizan a la perfección y embellecen el lugar; sentía una emoción muy fuerte y lágrimas de amor brotaban por mis ojos.

“Me cuenta que hace mucho tiempo los hombres y las mujeres vivían en lugares hermosos, sentían la unión con el universo, comprendían la armonía de los astros y podían crear vibraciones en su alma, vibraciones tan altas que podían ver y sentir los lugares mágicos de antaño. Veo a la mariposa azul que vuela y se posa en la cabeza de “Rayo de Luna” y me comenta que antes de que el hombre y la mujer perdieran su unión con el Ser, la mariposa azul era la guardiana de los lugares mágicos de este universo sin fin.

Le pregunto el significado de  su nombre “Rayo de Luna” y me dice que todo en el Universo nos demuestra que todo lo que existe arriba existe abajo, haciéndonos sentir la vibración de las cuerdas más íntimas del alma en cada uno de los seres, por eso, algunos me temen y otros me aman. El rayo de la luna hace que las mareas sigan su curso y que todo esté en perfecto equilibrio en el planeta, así también los seres humanos debéis volver a ser seres espirituales y dejar de ser seres materiales. El rayo de luna desciende cada noche  y como el rocío besa la tierra dando paso al abrazo de mi compañero el rayo de sol.

“Rayo de Luna” me cuenta que durante miles de años hemos separado lo celeste de lo terrestre, separaciones que nos han sumergido en profundos abismos inexpresables y que en muchos campos ha habido una oscura ignorancia y debemos volver del exilio espiritual. Tenemos que volver para que una vez más la inteligencia humana vuelva a comprender lo invisible y lo visible y debemos volver nuestra mirada hacia el interior y descubrir por fin quienes somos, y hacer frente al frágil equilibrio debido a las oleadas de violencia y temor, a la pérdida de cohesión entre las personas para llegar a ser el Maestro de nosotros mismos.

“No podéis seguir con el cisma entre lo Sagrado, la Humanidad y la Naturaleza. El hecho de exiliaros espiritualmente y dejar a un lado lo sagrado provoca devastación en muchas culturas como en las indígenas que no son respetadas; devastación en la naturaleza rompiendo su equilibrio así como la pérdida de fe en las realidades espirituales lo que hace que el alma humana sienta la  desdicha que sienten los seres humanos. El progreso pone de relieve el empobrecimiento de la vida y un olvido del Ser. El progreso y la vida espiritual de cada persona debe armonizarse no distanciarse”.

 “Rayo de Luna” me hizo ver cuanta devastación y crueldad los seres humanos somos capaces de crear. El invierno nos invita a recoger nuestro espíritu, como la tierra que guarda su semilla y la hace florecer en primavera, así nosotros debemos reflexionar para que cuando llegue nuestra primavera florezca nuestra vida”.


En ese momento vi una luz y un misterioso fuego en sus ojos, la mariposa azul voló hacia mí y sentí como mi cuerpo se despertaba de un sueño del pasado, un segundo había durado mi maravilloso viaje a las “Montañas Azules”; estaba sentada en la roca viendo cómo se alejaba la preciosa mariposa azul y una gran nostalgia se apoderó de mi alma. Una vez más soy consciente de que no existe el tiempo y el espacio en ese universo mágico.