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Ahimsa es vida

sábado, 26 de mayo de 2018

¿Hacia dónde se dirige la Madre Tierra?


Los seres humanos nos olvidamos, muy frecuentemente, de que también somos Naturaleza, nacemos, vivimos y morimos en ella; somos hijos de la Historia de la Naturaleza y debemos volver a la sabiduría de nuestros antepasados: “vivir en armonía es vivir en serenidad, en unión y fraternidad”. Sus voces se vuelve a oír: “la violencia solo trae guerras, odio, racismo,  borrando los derechos humanos”.

Ha habido grandes catástrofes en la Madre Tierra y en la Humanidad como la bomba de Hiroshima y Nagasaki en 1945, desastres radioactivos como el de Chernóbil 1986, Fukushima 2011… y algunos siguen protagonizando un pulso de fuerza con pruebas nucleares… No sé cuál es el objetivo, ya que, si destruimos nuestro medio ambiente nos destruimos a nosotros mismos.

La Madre Tierra no sabe de fronteras, el viento pasea una y mil veces  todas esas partículas radioactivas a través del planeta, impregnándolo todo, tierra, árboles, cosechas, agua, de ahí que hayan nuevas enfermedades tanto físicas como psíquicas; además,  el cambio climático se afirma cada día más: grandes sequías, lluvias torrenciales, huracanes… No podemos seguir sin aceptar que “somos parte del planeta” y que depende de nuestra responsabilidad su cuidado y protección.

La historia de nuestros antepasados se repite, aniquilamos a nuestros hermanos bajo la etiqueta que más nos conviene: religión, poder, diamantes, ideologías, colores… El panorama que tenemos es desolador, el mundo se derrumba y observamos esa catástrofe como simples observadores sin hacer nada. Olvidamos que el daño que hacemos a una persona nos lo hacemos a nosotros mismos, con gravísimas consecuencias para la Madre Tierra y la Humanidad.

La Humanidad debe elegir y debe rendir homenaje a la Naturaleza con respeto y luchar por un mundo mejor. Somos Naturaleza y pertenecemos a ella, nacemos, vivimos y morimos en ella. Seamos humildes ante su grandeza y fuerza para que podamos vivir en paz y disfrutemos de la Vida, nuestro don más sagrado.

Como decía Pitágoras: “Vivir según la Naturaleza es vivir según los dioses”.


Madre Tierra se dirige hacia dónde nosotros la llevamos.

jueves, 17 de mayo de 2018

Estrellas de nácar


Estrellas de nácar que cabalgan por el cielo, iluminando las sombras aquí abajo,  mirando con desconsuelo y amargura la matanza entre hermanos.

Estrellas de nácar que absorben las nieblas de las sombras de los que cabalgan por las tinieblas cuando se dirigen al campo de batalla, donde solo se ven cuerpos destrozados, se oyen gritos de terror que algunas sombras  rematan sin compasión.  

Las sombras de las tinieblas cabalgan de noche, ebrios de violencia porque han masacrado a inocentes, pero al amanecer, los implacables rayos del sol escenifican un espejismo –las huestes llegan a  casa y ven con horror el mismo escenario que ellos dejaron: huesos esparcidos de sus hijos, mujeres, padres y amigos, aquí no hay gritos de dolor porque también fueron ahogados sin compasión. Las sombras aúllan su dolor y odio, jurando venganza-.

Estrellas de nácar que absorben la oscuridad de los sueños y hacen sentir a los verdugos el miedo y la cobardía que esconden en su fuerza bruta y viles espadas. Verdugos que beben con sangre de inocentes la victoria, ignorando que su guerra acaba de empezar y dejará una huella incapaz de borrar. Los que ellos mataron eran los hijos de estos que ahora se cobran su venganza. Ellos también lloraron a sus seres queridos, ¡cuántas vidas se han perdido!

Las sombras de la violencia se visten con frías armaduras porque han enterrado su corazón, pero han olvidado que la chispa del amor que todos llevamos en el corazón jamás se apaga y prenderá de nuevo cuando estén preparados para amar y no odiar, para respetar y no despreciar.

Las estrellas de nácar volverán a visitar en sueños a los jinetes que juraron vendetta y les ayudarán a comprender que la violencia, la venganza, el odio, son un boomerang que toca a todos, tanto al que lo lanza como al que lo recibe.

“Después de mucho cabalgar sin rumbo, dolidos en sus almas y  cansados por los implacables rayos del sol que les hacen sentir que no hay sosiego en la vendetta,  los dos bandos de las frías armaduras se encontraron, solo se veía el odio en sus ojos y se sentía la violencia en sus manos. El aire les trajo llantos y voces de sus familiares pidiendo paz para poder ellos descansar, pero antes, los dos bandos deberían firmar la paz, solo así sus muertes podrían servir de lección.

Los dos bandos se miraron y por primera vez, vieron que todos eran  seres humanos. En sus ojos nació una chispa y en su corazón una alegre melodía, el perdón. Juntos buscaron un lugar donde descansar sus cansadas almas y enterrar para siempre sus armas y vivir entre hermanos”.

Durante la noche algunas aves salieron para dar una serenata a las estrellas de nácar hasta que la luz las escondió y los rayos del sol calentaron de nuevo el corazón de los cansados guerreros que descubrieron  que el espejismo de la violencia que vivieron solo era un mal sueño en el que aprendieron que el  verdugo del odio no existe si en el corazón la chispa del amor ha prendido para siempre jamás.

Una estrella brillante en el cielo les confirmará que los sueños son enseñanzas para aprender a vivir y no a matar.
                                                          (Imagen de google)

jueves, 10 de mayo de 2018

Himno de libertad



Muchas conciencias viven en un letargo que paraliza sus sentidos deformados por una ilusión inexistente, creyendo que su irreal mundo es inalcanzable para los simples mortales y que a ellos nada les puede tocar porque se encuentran escondidos en su torre de cristal. Organizan, ordenan y mandan sobre la vida de otras personas, gritan sus deseos que deben ser ejecutados al instante, no importa el medio a utilizar, siempre y cuando sus órdenes sean cumplidas. El resto de los humanos son muñecos de cerámica que cuando los tiran al suelo se rompen en mil pedazos. Esos muñecos de cerámicas tienen alma y conciencia, se sienten cansados de tantos abusos e injusticias, se sienten asqueados y hartos de sufrir la ignorancia y el desprecio que sobre ellos vierten algunos de los amos y señores.

Esas conciencias dormidas viven de espaldas al mundo,  sin querer oír el clamor de las voces que piden libertad y justicia ya que no son capaces de sentir el sufrimiento que desgarra el aire.

La opresión es cruel e inhumana,  encadena a millones de seres humanos debido al terror, a la angustia y al sufrimiento que padecen. Estos seres de cerámica que tienen alma se han recompuesto y ahora se sienten fuertes para hacer frente a su miedo, su fuerza es más enérgica que nunca porque ahora tienen un objetivo en su vida, la libertad y el respeto.  

Las conciencias que hibernan no se han percatado que la primavera ha eclosionado en mil colores, que los pájaros y los nobles corazones cantan sin cesar  el canto de la libertad, porque  la paz y el amor son los estandartes de los impulsos nobles de millones de corazones que laten como uno solo, al ritmo del tambor, pom-pom-pom, en una danza de alegría para romper las ataduras de la opresión.

Ha sonado el gong porque ya no hay miedo, el coraje lo ha vencido al mirarlo de frente y el temor se va disipando como la niebla,  las huestes sometidas de la Humanidad  empiezan su grandiosa marcha hacia la libertad, cantando su himno de libertad, todos lo oímos porque su canto se cuela a través de la piel. Los nobles impulsos del ser humano, el amor y el bien, caminan sin parar en esta marcha que no dejará ya de avanzar.

                                                            (Imagen google)