El ser humano y la naturaleza forman una unidad indisoluble.
En la antigüedad el árbol era el símbolo de la Mujer por su firmeza, protección
y fertilidad. Durante mucho tiempo esto ha caído en el olvido, pero hoy en día,
el árbol y su simbología ha vuelto a resurgir y muchos buscamos su abrazo para
que nos transmita su poder, fuerza y serenidad.
Cada árbol cuando llega a su madurez, a su esplendor entrega
su simiente a la Madre Tierra para volver a crear vida. En el vientre de la Madre Tierra sus raíces
han sido fecundadas por la simiente del amor, engendrando una nueva vida y así ha
sido desde el principio y será hasta el final de los tiempos, creando el bosque
encantado y mágico de la Humanidad siendo el amor su fuerza creadora.
La Madre Tierra solo conoce la esencia del Amor que nada sabe
de diferencias ni de supremacías. La esencia del Amor es la creadora de la Humanidad,
unión del espíritu del Hombre y de la Mujer, que juntos obran el milagro más
grande de la creación, “una vida humana”.
Muchos hombres y mujeres a través de la historia han luchado
para obtener la igualdad entre el Hombre y la Mujer, pero han fracasado porque la
sociedad ha constituido la supremacía del Hombre, lo que implica, la inferioridad
de la Mujer. En pleno siglo XXI, con gran tristeza tenemos que decir que aún la
Mujer sigue padeciendo vejaciones por ser Mujer. En muchos países, está arrinconada,
ignorada, excepto, para dar placer o engendrar vida; vive sumisa al hombre por
el miedo, es muda y sorda para poder sobrevivir, a veces, incluso es vendida
como mercancía de cambio o entregada en matrimonio sin amor, aún siendo una
niña y forzada a casarse con ancianos. Sus derechos a la educación, a vivir, a
ser Mujer y persona, simplemente, no existen. A través de la Historia, la Mujer
ha luchado por sus derechos con algunas victorias y otras derrotas, no hace
falta trasladarse a siglos pasados sino a solo unos cuantos años para ver como
era la vida de una Mujer y hoy, sigue sin haber igualdad y
respeto.
Se ha luchado y se sigue luchando por los derechos de
igualdad entre el Hombre y la Mujer pero aún queda un largo camino por recorrer.
Uno de los principales escollos del Hombre es el miedo que tiene a perder el
poder, el miedo al reto que debe
afrontar y aceptar que la inteligencia femenina es igual que la masculina. Hay
que anotar y destacar que la Mujer lucha por su igualdad y respeto desde hace
cientos de años y eso debe acabar porque es inaceptable. El Hombre y la Mujer
son espíritus iguales, con los mismos derechos y responsabilidades, con cuerpos
diferentes para que su unión produzca el milagro de una nueva vida. Ambos deben
fusionarse en el respeto, la igualdad y la libertad solo así la Humanidad
tendrá futuro.
Es hora de suprimir la supremacía del Hombre porque implica
la inferioridad de la Mujer y esto es vejatorio e insultante para la mitad de
la Humanidad. Tanto el Hombre como la Mujer, mediante un proceso de
transformación individual y social, deben aceptar sus propias diferencias,
descubrir y respetar su propio derecho a la libertad, al amor y a la felicidad.
Este bosque mágico que simboliza el Amor a través de la
Naturaleza engendrando vida es el símbolo de la esencia del Amor entre el Hombre
y la Mujer como seres supremos hechos a la imagen de Dios, por lo tanto sin
diferencias.
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