Miro a mi alrededor y veo
miradas de preocupación e incomprensión por mi soledad, muchos sienten lástima
al verme siempre sola. Ellos, no comprenden que mi soledad no ha sido impuesta
sino es mi elección porque, llegado este preciso momento, soy una mujer con
poder de decisión y con claridad mental para saber lo que quiero hacer, con
quien quiero estar para adentrarme en mi aventura y descubrir el objetivo de mi
vida.
Mi soledad, me ha llevado a
encontrar a esa otra mitad de mi persona y juntos formamos el ser que soy. En
el silencio de los bosques mi alma canta y se eleva, dejo de ser una persona
para convertirme en el universo invisible donde la grandeza de la belleza
sublime del aire -torrente de amor-, se une a los tambores de los latidos de la
tierra que junto a los murmullos del agua crean una sinfonía de coros de diferentes
voces del universo, fundiéndose en una energía cristalina y serena para
manifestarse a nuestros sentidos físicos a través de seres vivos, árboles, fragancias,
lagos. Manifestaciones de belleza sin igual. Soy una espectadora de la sublime belleza que
ha creado el Amor.
El mundo parece mecerse en
ese vaivén de conflictos y falta de humanidad de los seres humanos que nos hace
ir a la deriva, por el egoísmo, la traición, la crueldad, por la envidia y los
celos que causan graves y profundas heridas e incluso pueden matar. Nuestro mundo pasa por momentos difíciles,
esto no ha cambiado desde el principio de los tiempos y sé que el planeta
necesita ayuda urgente. Soy consciente que todo efecto tiene una causa y todo
dilema una solución. También sé que tanto
tú como yo necesitamos ayuda para volver a reír y volver a volar en libertad con
las alas del amor a través de nuestra vida.
La soledad me ha enseñado a
ver la grandeza de la belleza del planeta y del ser humano, aunque muchos
permanecen dormidos. La soledad me ha enseñado a compartir el amor que
recibo con amigos y desconocidos, me ha
enseñado a buscar soluciones y ver lo mejor en cada persona porque creo en la
grandeza del ser, en las historias de amor verdaderas; en el pensamiento positivo, en el impacto de la palabra dicha con
amor y en la acción positiva porque dejan una huella e iluminan el camino para
otras personas.
Dicen que mi soledad me ha
vuelto un poco loca porque hablo con los árboles y seres invisibles que nos
rodean y ayudan a la humanidad y al planeta; estos seres invisibles me
recuerdan que amar es traspasar la imaginación para entrar en la trascendencia
del alma que me ha enseñado que amar por amar, reír por reír, soñar por soñar
es demostrar que estoy viva y que el amor es la única fuerza que tenemos todos
los habitantes de la tierra para alcanzar la felicidad.
Pues sí, tal vez, estoy un
poco loca… pero soy feliz.
(foto National Geographic)
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