La Humanidad está sufriendo un cambio profundo a una velocidad vertiginosa lo
que muchas veces produce confusión y destrucción; los conflictos armados son cada
vez más cruentos. Las relaciones humanas se hacen más y más frecuentes a
través de un ordenador, lo que provoca, en algunas ocasiones, que nos escudemos
detrás de una pantalla creando un personaje ficticio que no tiene nada que ver
con la realidad. Hemos dejado a un lado el sentimiento humano de sentir una
mirada llena de ternura o una caricia llena de pasión. Nos hemos conformado con una pantalla sin alma.
El mundo virtual nos bombardea y manipula, nos imponen
reglas, normas, nos dicen como tenemos que vivir, qué comer, cómo vestir, qué
creer, si no seguimos los cánones previstos no estamos dentro de la norma -la
diferencia sigue molestando, somos marionetas articuladas movidas por los
más fuertes tanto del poder político, social, financiero como religioso-.
En la actualidad, en muchos países, se
reproduce una y otra vez el mismo escenario atroz y cruel. Muchas
personas siguen viviendo desde hace años en la muerte, en la miseria, en la
injusticia y los responsables de esas barbaries siguen jugando con sus
discursos vacíos llegando a compromisos ficticios, porque buscan sus propios
beneficios sin importarles las atrocidades que están infligiendo. Es fácil crear guerras y posturas hostiles cuando sus familias y
sus amigos están a salvo en sus torres de marfil.
Muchas voces ahogadas en su grito de
horror se preguntan en silencio ¿por qué no tengo derecho a vivir?, ¿qué hemos
hecho mis hijos, mi familia para morir de hambre o por balas que nos arrebatan
la vida sin saber por qué?
La voz de la humanidad se alza de nuevo exigiendo
el derecho a vivir. Todas las víctimas tienen que ser recordadas porque
han sido injustamente castigadas y juzgadas. El dolor de las masacres está
impreso en el aire de la Naturaleza que respira la Humanidad. Estos
crímenes de guerra deben ser castigados, la justicia es un derecho de todo ser
humano y debe ser igual para todos.
(foto de la red)
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