Mientras caminaba al lado del mar oía como las
olas me susurraban: “…Caminante, no hay camino sino estelas en el mar”, me invadió una profunda y grata emoción, me
senté y emergió éste canto en honor a todos los Caminantes:
Somos caminantes en nuestras sendas por la
vida,
A veces por caminos llanos y otros escabrosos,
Caminos por la costa y caminos tierra adentro.
En este devenir de nuestras vidas
Cada día dejamos nuestras huellas,
Que nunca volveremos a pisar,
Cómo me recordaba el Maestro Antonio Machado.
Nuestras experiencias que no teorías
Son las que marcan nuestro camino
Sacudiéndonos a nosotros como a los demás,
A veces con sonrisas, a veces con lágrimas,
Haciendo que todos continuemos
Nuestra senda con renovadas fuerzas,
Que cual efecto mariposa, transforma
Todo a nuestro alrededor, incluso
Más allá de lo que podamos imaginar.
Caminante, no puedes parar porque
El tiempo y nosotros mismos nos
Detendremos en ese instante,
Dando tumbos y sin rumbo.
Caminante, debes tener un objetivo
AL igual que el navegante
Para no dejar naufragar su nave.
Sin rumbo no podemos avanzar,
No hay prisas y la longitud del paso
No es importante, solo el esfuerzo
Del caminante por avanzar.
Es un pequeño homenaje al Caminante
Y al Maestro Antonio Machado
Quién plasmó la sabiduría de la vida,
En estos versos:
“Caminante son tus huellas
El camino, y nada más;
Caminante, no hay camino
Se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
Y al volver la vista atrás
Se ve la senda que nunca
Se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino
Sino estelas en el mar.”
(Imagen Google
Poema sobre todos nosotros que somos el Caminante, hay que avanzar en la paz
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