Millones de estrellas, millones de almas,
Millones de risas, millones de lágrimas.
Vivimos en círculos que cada día
Abrimos y cerramos,
Aunque para la gran mayoría
Siguen abiertos
Por ser lacerantes y dolorosos.
Pasamos la vida sobreviviendo,
A cada instante con un después,
Con un tal vez o con un mañana,
Que nunca han de llegar,
Porque nos olvidamos que
La vida no es sobrevivir al instante
De un tal vez, sino que
Vivir es a cada instante.
Viviendo y sintiendo curamos nuestras
Heridas que la psicología no puede
Sanar porque son viejas heridas que
Perturban y traen miseria a nuestra vida
Por unos recuerdos que no podemos olvidar.
Problemas sin resolver y lágrimas
Amargas enturbian los ojos, cuyas
Aguas bañan las viejas heridas
Aún abiertas que supuran,
Y que a través de los días
Hemos dejado de curar,
Para intentar olvidar
Ese recuerdo sangrante que todos
Llevamos en nuestra alma herida.
Heridas abiertas que nos hacen huir,
Correr, sobrevivir sin sentir, o
Caminar sin avanzar,
Sin ver, sin sentido y oyendo
Para qué vivir si tenemos que morir.
Viejas heridas abiertas que no nos
Dejan escuchar el alegre gorjeo de las
Aves, el canto de las olas o el susurro
Del aire, que nos recuerdan que la
Vida es para vivirla y no olvidarla.
No vale la pena huir del sabor
Amargo de las heridas abiertas,
No hay que dudar ni mirar atrás,
No podemos detenernos
Aunque nos duelan o nos impidan volar.
Todo es cuestión de ver los rubíes fulgurar,
Sentir latir a nuestro corazón
Y ver el sol en la profundidad
De nuestra alma brillante y hermosa
Que como el Fénix
Se eleva al jardín de la Esencia
Y nos recuerda que la vida es bella
Y hay que vivirla para no olvidarla.
(foto google)
No hay comentarios:
Publicar un comentario