Libro

Libro
Ahimsa es vida

lunes, 16 de mayo de 2016

ABRE TU MANO PARA RECIBIR EL DON QUE TE CORRESPONDE...

No importa lo que los demás hagan o digan, cada uno de nosotros debemos hacer lo correcto para ser nosotros mismos el cambio del mundo.

Abre tus manos para recibir el regalo del universo; si nuestras manos y corazones están cerrados no recibiremos la abundancia de la creación, todo nuestro ser se cierra como una compuerta de seguridad que no permite que nada ni nadie entre y solo la podremos abrir desde nuestro interior. El poder de la mente es tan grande que obtendremos todo lo que realmente pedimos aunque no de la forma que creemos, sino de la forma que necesitamos para crecer, por eso es importante tener cuidado con lo que se pide, si no estamos seguros de lo que realmente queremos y somos consecuentes con nuestra petición, puede suceder que lo que pidamos nos sea concedido y no sea lo que realmente queremos. Tenemos que ser conscientes de lo que deseamos, ser conscientes de nuestro poder y utilizarlo sabiamente.

Hay muchas personas que se sienten solas aunque estén acompañadas.  La soledad es un regalo, es positiva si es nuestra elección, en cambio, si la soledad nos la imponen otras personas o incluso nosotros mismos porque no tenemos la fuerza de tomar decisiones, entonces, esa soledad nos pesará tanto como una losa de mármol sobre nuestras cabezas.

Nos olvidamos de quienes somos, nos olvidamos del amor, esa fuerza creadora que permite que cambiemos, que nos transformemos en mejores personas, nos olvidamos de que somos todos, sin excepción, seres humanos y nos olvidamos de que somos una sola Humanidad.

¿Qué nos queda si perdemos los valores del ser humano?

Pues queda ese escenario de catástrofes que hay en el mundo, si miras hacia arriba, hacia abajo, hacia la derecha, hacia la izquierda o hacia el centro, verás que toda alegría y compasión están enterradas bajo una capa de dolor, bajo una espesura de miseria humana... y cuyos únicos responsables somos nosotros, el ser humano.

No podemos cambiar nada si nosotros mismos no cambiamos, hay que caminar erguidos y mirar hacia el cielo, la luz está siempre ahí, por el día tenemos el sol y por la noche la luna y las estrellas; no podemos caminar cabizbajos, por nuestras sombras o por las sombras que otras personas reflejan en nuestro camino, caminar por las sombras de los demás es caminar hacia otro destino que no es el nuestro, es hacer lo que otros quieren que hagamos, es caminar por la mediocridad, cuando caminamos por la sombra no hay luz. No hay que tener miedo a mirar de frente y ver nuestra  diferencia, la diferencia es positiva y nos hace avanzar, tanto física, emocional o mentalmente así como en la sociedad, el valor y el sueño de unos pocos es lo que ha hecho y hace el  progreso en el mundo.

Hay que morir al pasado para que en el presente surjan otros presentes  llenos de fuerza, de amor, de justicia, de solidaridad, de respeto, aunque no lo creamos, porque pensamos que es imposible, las ilusiones se hacen realidad si hacemos el esfuerzo necesario para realizarlas, solo si luchamos por nuestros sueños, por nuestros principios lo lograremos.

A veces nos sentimos abatidos y tristes porque nos mienten, nos manipulan, nos hacen sentir sentimientos tan atroces que no tenemos ganas de seguir adelante, de luchar..., pero la luz de la esperanza que todos llevamos dentro nos hace sentir la fuerza que nos permite levantarnos para continuar, es la luz de la luna y de las estrellas que por la noche brillan para que sepamos que la luz siempre nos guiará y siempre está ahí, solo tenemos que levantar la cabeza para verla.

Cada ser humano que abre sus manos a la vida, guarda en su interior sus enseñanzas, su sabiduría, sus principios y éstas cualidades son el sello específico de cada uno de nosotros. Nuestra sensibilidad, nuestras penas y alegrías responden a ciertas vibraciones, a ciertas situaciones que los demás nos provocan o que provocamos nosotros mismos y todo ello forma parte de nuestra historia. Estas reacciones, vivencias, situaciones corresponden a nuestra educación, a nuestra familia, a nuestro entorno, a nuestros hábitos y costumbres y nos pertenecen a nosotros y a nuestra relación con los demás. Pero hay otra clase de cualidades que solo nos pertenece a cada uno de nosotros, que solo existen en nuestro interior y son inherentes, individuales  a cada persona y es lo que llamamos "el don", la facultad mágica que forma nuestro verdadero ser, si lo desarrollamos, despertaremos todo lo que llevamos dormido en nuestro interior y la abundancia y el amor  llenaran nuestras manos abiertas para que lo podamos compartir con los demás, esta es la única razón de poseer los dones, poder compartirlos con los demás.

Tiende una mano y coge una mano, no importa de quien sea, solo siente su calor y la ternura de la mirada de gratitud que esa persona anónima te da y llena tu corazón.




Mandela nos regala alguna de sus reflexiones:
 No puede haber una revelación más intensa del alma de una sociedad que la forma en la que trata a sus niños.
 La educación es el gran motor del desarrollo personal. Es a través de la educación como la hija de un campesino puede convertirse en médico, el hijo de un minero puede convertirse en el jefe de la mina, o el hijo de trabajadores agrícolas puede llegar a ser presidente de una gran nación.
 Mi ideal más querido es el de una sociedad libre y democrática en la que todos podamos vivir en armonía y con iguales de  posibilidades.
"El sostén de todos mis sueños es la sabiduría colectiva de toda la humanidad en su conjunto".

No hay comentarios:

Publicar un comentario