A lo largo de la
Historia de la Humanidad y para ir poniendo fin a tanta injusticia, a tanta
insolidaridad, a tanto desequilibrio, caos, violencia, miseria y tanta penuria
se crearon los Derechos Humanos y los Derechos Cívicos que tal y como sus
nombres indican son los Derechos que cada persona posee a su nacimiento, da
igual su color, su credo, su etnia, su tradición, su ideología política… su
país. Estos Derechos fueron establecidos para que todos podamos vivir con
dignidad.
Copio textualmente:
Según Wikipendia: “Los derechos humanos son
aquellas «condiciones instrumentales que le permiten a la persona su
realización»1 . En consecuencia subsume aquellas
libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes
primarios o básicos2 que incluyen a toda persona, por el
simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, «sin
distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento
o cualquier otra condición»”.3
Los derechos humanos y
civiles van unidos a la justicia, la libertad y al respeto, cualidades supremas
de la Humanidad. En cualquier sociedad -tanto de la antigüedad como de la actual-,
las leyes, las normas y las reglas se hicieron para ser cumplidas y así obtener
un mejor desarrollo y bienestar para todos los ciudadanos. Las leyes, normas y
reglas son para todos iguales y no se puede tolerar más que unos cuantos individuos
hagan unas leyes a su favor en detrimento de los ciudadanos. Una sociedad sin leyes,
normas ni reglas no es posible ya que nos llevan a la injusticia, al caos y a
la esclavitud por parte de los más poderosos, barriendo de un plumazo los
derechos humanos y cívicos. Cualquier clase de esclavitud es nociva y peligrosa
ya que las reacciones, en un momento determinado, pueden ser inimaginables y
muy violentas.
Se ha hablado mucho y
se sigue hablando muchísimo de los Derechos Humanos y cívicos, pero en pleno siglo
XXI, aún queda mucho trabajo por hacer, muchos problemas por resolver y
sobretodo aprender lo que significa “libertad, paz, justicia y respeto” entre los
ciudadanos de todos los Países de mundo, y para lograr que se respeten dichos Derechos
hacen falta personas con valores morales y éticos y miras altas para lograr un
“compromiso” que sea por el bien mayor de los ciudadanos, “compromiso” real y
efectivo entre los dirigentes y el pueblo.
Hay y ha habido muchas
personas que luchan y han luchado hasta dar sus vidas, para que otras personas
puedan vivir mejor, pero desgraciadamente, vivimos en una sociedad que está
basada en valores materiales: “eres cuánto tienes”, y cuanto más vivimos en lo
material, nuestra conciencia se vuelve más densa y debido al peso se va
enterrando más y más en un socavón de hormigón de materialismo hasta
asfixiarnos.
Tenemos que vigilar
nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones. Las palabras dichas
se exteriorizan en acciones y pueden llegar a desatar huracanes de dolor si no
reflexionamos antes de hablar, las palabras y las acciones son flechas que una
vez lanzadas no se pueden parar ni volver atrás. Antes de hablar debemos saber
cuáles son nuestros propósitos y sus posibles consecuencias. Los Gobernantes
actuales deben recordar o deben aprender que una actitud justa como la
ecuanimidad nos proporciona a todos el valor para vivir, lucidez para huir de
los extremos y buscar el camino del medio, de la moderación y del equilibrio.
Los gobernantes deben ser guías para los ciudadanos y evitar la miseria, la
ignorancia, las guerras y las violaciones de los derechos humanos y cívicos de
los ciudadanos; es muy importante que estos líderes lo tengan muy claro y
presente porque las consecuencias pueden ser terribles tal y como observamos en
el mapa actual de nuestra querida Madre Tierra.
Las redes sociales y
la TV están llenas de imágenes de sufrimiento y llanto de niños, mujeres, hombres,
ancianos, personas que luchan por salvar sus vidas, que han perdido todo, que
no tienen nada, que viven en la esclavitud y en la miseria, y, otras imágenes de muchas personas que mueren por defender la paz y la libertad.
Dependiendo del País en que vivan Sus Voces
están apagadas, nosotros tenemos que ayudarles y para ello debemos unirnos para
luchar por los Derechos Humanos y Cívicos de cada persona, siempre en el
respeto y en la justicia.
No podemos encajar a
presión las leyes y las normas que unos cuantos han impuesto solo en su
beneficio. Si se gobierna con orgullo, con egoísmo, con los oídos tapados, con
un ego insatisfecho deseando a toda costa no perder el sillón del poder es porque,
su único interés es controlar, llevando a los ciudadanos a un abismo y erradicando
del país los derechos humanos y cívicos, la justicia, la paz, la libertad y el
respeto.
El mundo es un abanico
multicolor donde hay numerosas y diferentes culturas, cada una con su verdad,
sus responsabilidades, derechos y obligaciones.
Los derechos Humanos y
Cívicos implican respeto, tolerancia y aceptación de los demás; ninguna raza,
religión, etnia, nación… es superior a otra, todos somos humanos, por lo tanto,
iguales y todos merecemos ser respetados, sin importarnos nuestro origen ni
credo. Sin respeto jamás se alcanzará la Paz y sin la Paz no se puede vivir, se
sobrevive en el llanto y en el dolor, bajo el yugo de la injusticia; todos
formamos parte de una cadena llamada Humanidad donde todo y todos estamos
conectados.
Para que se cumplan
los Derechos Humanos y Cívicos y vivir con dignidad y en paz en este abanico
multicolor llamado Humanidad, tenemos que cambiar muchas leyes, normas y reglas;
cambiar de forma de pensar y cambiar de actitud. Estos cambios traen consigo
cambios importantes en nuestras vidas y no hace falta lanzarlo a los cuatro
vientos, cada persona en solitario y en silencio lo puede lograr, Avicena dijo: En el silencio de tu corazón están
todas las palabras”. Todo esto parece una quimera pero no lo es, cosas más
grandes se han realizado si hay buena voluntad. No podemos cambiar al mundo y
eso es cierto, pero sí podemos cambiarnos a nosotros mismos.
Todos hablamos de la
paz, de la compasión, de la solidaridad, de la tolerancia pero cuando tenemos
un problema frente a nosotros nos echamos para atrás y nos hacemos los locos… “no
digo nada para no meterme en líos… como a mí no me toca y no puedo hacer nada,
para que voy a hablar…” y un largo etc. Puede ser que nuestra opinión no
importe a muchas personas, pero basta que importe y ayude a una sola, entonces nuestro
trabajo se ha hecho y se ha hecho bien.
Soy consciente de que
la filosofía de Gandhi es un imán para miles de personas, yo la primera. Los pilares de “Ahimsa, la no violencia” son
La Paz, la Justicia, La Libertad, el Respeto, la Solidaridad, la Compasión y el
Compromiso, y todo esto conlleva tolerancia y perdón; estos pilares toman su
fuerza del pilar central, el Amor, esencia y motor de la Humanidad, de cualquier
ser vivo y de la naturaleza.
La verdad sirve para
expulsar la ignorancia. La verdad nos lleva por un camino noble y respetuoso donde
todos tenemos derechos, obligaciones y responsabilidades. Hay que luchar con
las armas de la justicia, de la paz, de la libertad, del respeto y dejar de
luchar con armas que matan, destruyen y aniquilan todo a su alrededor. Construyamos
en lugar de destruir. Luchemos con las armas de AHIMSA: Alegría, Humildad, Incondicional, Madre Tierra, Sabiduría,
Amor.
Para ello, tenemos que
alzar la voz por la democracia y por los valores de la vida. Si los ciudadanos
de un País sufren por la privación de sus Derechos Humanos y Cívicos todos los
demás sufren, es como el fuego que se propaga quemando todo a su paso, llegando a destruirlo todo. La responsabilidad
de que esto no suceda compete a los Gobernantes y a los Líderes de todos los
países del mundo. No se puede tolerar más que los responsables de las muertes
de cientos de miles de seres humanos y de las violaciones de los Derechos
Humanos queden impunes, ya que lo que pasa en un país se propaga como un cáncer
atacando a los demás, llegando a consumir a todos los países.
Si dejamos abiertas
las puertas a la violencia, las fuerzas oscuras que destruyen todo: sociedades,
vidas, países, valores morales, sueños…, entrarán y todo desaparecerá.
(fotos de google)
Debemos respetar a la
Naturaleza, tomar medidas urgentes para disminuir la contaminación ya que trae
enfermedades graves y cada vez más extrañas. No podemos vivir sin respirar aire
puro, ni beber petróleo, ni comer dinero. Tal vez debamos reflexionar…
AHIMSA es el
movimiento por la Paz, tanto de la Humanidad como de la Madre Tierra. Todo
forma una unidad y no puede separarse, el uno no existe sin el otro, y como
decía Platón: “el mundo está hecho de lo uno y de lo otro”.
(foto de A.Carretero)