La figura de Mahatma Gandhi irrumpe para recordarnos esa lucha sin espada
que es la no violencia, AHIMSA.
Como todos sabemos, Mahatma Gandhi luchó por obtener la independencia de su
país y de los seres humanos en general a través de la dignidad, libertad y la
justicia. Su lucha fue oponerse al opresor con la desobediencia pasiva que
implicaba disciplina, cautela y atención. Luchó contra los abusos de las autoridades
con la no violencia porque como bien decía: “ojo por ojo y toda la humanidad
terminará ciega”.
Cuando estamos en el centro del equilibrio, estamos en armonía donde no hay
causa y efecto; en cambio, cuando nos separamos del centro, nos dirigimos hacia
los extremos de la dualidad donde se producen causas y efectos, lo que
denominamos karma, y como bien sabemos todo tiene consecuencias, cada uno es
responsable de sus actos y elecciones.
Ahimsa va más allá de la no violencia. Ahimsa implica el autoconocimiento
porque la violencia se genera en los pensamientos y a través de las palabras y
acciones generamos conflicto y dolor. El autoconocimiento nos ayuda a cambiar
de actitud porque comprendemos lo que hacemos al vivir conscientemente. Ahimsa,
implica, además de la no violencia, verdad, discernimiento, respeto,
dignidad, libertad y justicia, todos ellos guerreros de la paz.
Para penetrar en los misterios de Ahimsa es necesario sentir una fuerza
interior para redescubrirse y empezar a vivir en esa energía de la vida buena
que nos lleva a la solidaridad y respeto de todos, a sentir que nuestra
dignidad es la dignidad de todos contra la brutalidad. La dignidad nos conduce
a la libertad porque empieza con el respeto de uno mismo y el respeto del otro.
Libertad no es hacer lo que se quiera, tanto en la libertad como en la vida
existen límites que son los campos que pertenecen a los demás. La dignidad y
libertad nos llevan a la justicia, a una justicia igual para todos, sin
preferencias. No debe haber supremacías de abusos contra las minorías, pues la
ley natural nos dice que la dignidad, libertad y justicia son la base de una
vida buena para cada uno de nosotros, es decir, su conjunto, humanidad.
El camino de los seres humanos es dual mientras vivamos en el planeta
Tierra, sin embargo, ese camino también es el camino de la solidaridad,
generosidad, grandeza humana, donde la complejidad y diversidad florecen en
todos los rincones de la tierra, creando filosofías, culturas, tradiciones para
que las ideas de todos se mezclen y generen proyectos para un mayor bienestar y
una mayor sabiduría.
“El espíritu de la democracia no es algo mecánico, obtenible a través
de aboliciones formales. Requiere un cambio en el corazón”. “La no violencia es la fuerza más formidable
que tiene la humanidad a su disposición. Es aún más poderosa que la más potente
arma de destrucción ideada por el ingenio del hombre”. Mahatma Gandhi.
(foto de la web)