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Ahimsa es vida

viernes, 8 de diciembre de 2017

La Paz es el pilar de una Sociedad justa

Hay que recordar que la oscuridad tan solo se coloca temporalmente frente a la fuente de luz, como un eclipse solar.

Una sociedad justa no puede existir sin hombres justos y honestos,  no podemos ser justos y honestos y crear guerras tolerando el sufrimiento de miles de seres humanos y llevando a la muerte a personas que su único delito es vivir. No podemos volvernos ciegos ni sordos ante la miseria y el sufrimiento que ocasionan las guerras.

Hay gobernantes que se creen omnipotentes porque habitan en países ricos y poderosos en cuanto a dinero y a armas se refiere. Su mayor responsabilidad es crear una sociedad justa, donde la convivencia sea pacífica para que todos los ciudadanos gocen de los derechos a la libertad, educación, dignidad, así se siembran  las semillas de paz y de progreso.

Los seres humanos somos complejos y diferentes pero tenemos un denominador común todos buscamos tener las necesidades básicas cubiertas para poder vivir con dignidad. La falta de trabajo, de educación, de alimentos, de viviendas crean grandes divisiones y problemas de convivencia, por lo que todos los dirigentes deben centrarse en solucionar estos problemas urgentemente, creando unidad y no división; la división crea conflicto y desorden y esto puede llevar a la muerte a miles de personas. Antes de tomar decisiones erróneas y romper los compromisos de paz, con graves consecuencias para la humanidad, los gobernantes deben reflexionar, y, -si no son capaces de tomar las decisiones adecuadas, respetando los compromisos adquiridos y creando el orden como una necesidad absoluta-, deben ser valientes y dimitir. 

Vivir en el desorden es vivir en nuestras contradicciones internas que nos tiranizan cotidianamente. Vivimos en un mundo enloquecido y si no buscamos soluciones pacíficas urgentes vamos a terminar aniquilándonos los unos a los otros. No se puede jugar a ser dioses destructores ya que las consecuencias son terribles para la humanidad entera, incluidos ellos mismos. Hay que liberar la violencia que llevamos dentro para así poder comprender que lo único que necesita la humanidad para vivir es paz.

Los seres humanos no somos simples entidades físicas, somos personas con derechos y obligaciones a las que hay que respetar, da igual en qué país nacemos o vivimos, en qué creemos y de qué color es nuestra piel. 

Hay profundas divergencias entre los países, sus dirigentes y sus habitantes. Es hora de buscar un consenso entre todos los habitantes de la tierra a través de sus representantes.

El grito de la desesperanza une a los seres humanos en un grito de esperanza para construir un mundo de paz.

                                                                 (imágenes de la web)

domingo, 5 de noviembre de 2017

La Ley de la conciencia es el legado a la Humanidad

Nosotros somos el camino y debemos crear nuestro propio recorrido, por sí solo el camino no nos lleva hacia nuestro destino.

La vida de la gran mayoría de los seres humanos se desarrolla en un laberinto: pruebas, trampas, engaños, manipulaciones, comparaciones, divisiones, vidas llenas de dolor y angustia.  Para poder salir de esa vida dolorosa y mediocre tenemos que dejar nuestra piel de lobo y hacer un llamamiento a la concordia.
Nos habituamos a vivir en ese mundo de tragicomedia y caemos en la trampa cubierta de flores que el laberinto nos presenta, cayendo en un profundo sueño de inconciencia y dolor. La vida no presenta diversos y dispares escenarios; las personas  que encontramos manifiestan diferentes reacciones debido a sus experiencias y emociones. Cualquier confrontación nos hace vulnerables y el miedo nos hace realizar actos de los que más tarde solemos arrepentimos.

Bajo estos parámetros el camino que creamos es arduo y complejo porque nosotros mismos hemos puesto nuestras propias trampas. No podemos ser sinceros y honestos si estamos en la oscuridad de nuestro ego y orgullo.

Todos debemos poner nuestra vida en su justo lugar, acciones y reacciones; hay que explorar nuestro desorden más profundo para encontrar nuestro orden.

Debemos ser libres en nuestra búsqueda de la verdad, osar la diferencia, aceptar que tanto la alegría, el amor como las penas y el odio forman parte de nuestra naturaleza humana. Vivimos vidas con sentimientos nómadas para no afrontar compromisos con nosotros mismos lo que provoca huida y soledad que taladran nuestro corazón ya de por sí muy frágil.

En este laberinto hay muchas clases de reglas, normas y leyes que rigen nuestras vidas pero podemos agruparlas en dos. Una, Ley del Gobierno y otra, Ley de la Conciencia. La Ley del Gobierno es necesaria para mantener el orden y una convivencia pacífica, aunque es imperfecta y contiene muchos talones de Aquiles. La Ley de la Conciencia es innata a cada alma, por lo tanto personal, y nos incita a un comportamiento correcto de respeto y justicia, de generosidad y tolerancia.

La Ley del Gobierno no es suficiente para alcanzar la paz ni la justicia, hay muchos políticos y personas influyentes que se creen por encima de la ley y hacen lo que desean sin importarles las consecuencias hacia los demás. Muchos Gobernantes improvisan sus decisiones con el consiguiente daño al pueblo, imponiendo sus leyes a la fuerza. Los Gobernantes en lugar de unirse y buscar soluciones para un mayor bienestar común se dividen para debilitar a los ciudadanos y crear conflicto y sufrimiento. En este mundo global los pueblos deben unirse y dejar de construir armas para erradicar la violencia y la guerra.

El Verdadero legado a la humanidad está en nosotros mismos, en nuestra  Ley de la conciencia, en nuestra moral y ética, en nuestro comportamiento justo y correcto, esta Ley es el barómetro de nuestro propio desarrollo. Todos dejamos nuestra huella positiva o negativa, en la familia, en los amigos, en los colegas o incluso en las personas anónimas que nos encontramos una vez en la vida; solo depende de nuestro comportamiento que sea una huella de amor o una huella de violencia.


Tenemos en nuestro poder un saber universal sin fronteras, ni sexo, ni credos. Todos podemos crear paz y amor, esperanza y concordia.

(de google)

lunes, 16 de octubre de 2017

Derrotar al espíritu del conflicto

Vivimos momentos de desconcierto, de inseguridad, de gran vulnerabilidad debido a las consecuencias devastadoras que dejan tras de sí, tifones imprevisibles que cabalgan en todas las direcciones, arrasando todo a su paso. Miles de hombres, mujeres y niños se despiertan bajo violentas ráfagas de armas, bajo feroces discursos de mentiras y de opresión, sin saber qué hacer ni a dónde ir.

Muchos gobernantes esconden bajo su grito de justicia y de libertad, sus ansias de poder para someter al pueblo, arrebatando a los ciudadanos sus derechos y privilegios. Son  bestias negras que vician el aire con la injusticia y la opresión, y, ese aire viciado cabalga como un tifón sin dirección, creando un escenario violento, cuyo fanatismo tiene  consecuencias muy graves para todos. No sabemos cómo pueden reaccionar las personas que viven en el pánico. Esto debería tenerse en cuenta.

La Humanidad entera -la excepción hace la regla-  desea vivir en serenidad, tener un trabajo que les permita vivir dignamente y disfrutar del día a día junto a  sus familias y amigos. Urge detener la desmesura de violencia y de sangre y para ello es necesario un cambio de actitud para crear un mundo nuevo y mejor construido sobre los cimientos de la paz, la justicia y el respeto, enterrando para siempre la venganza y la violencia.


La paz es responsabilidad de todos, solo en la paz el espíritu del conflicto será derrotado.

(de la red)

martes, 10 de octubre de 2017

La Caja de Pandora y la Globalización


Cuando abrimos nuestra Caja de Pandora, consciente o inconscientemente, no tenemos ni idea de su contenido ni de sus consecuencias, a pesar de que todo lo que contiene nos pertenece: recuerdos, traiciones, secretos y experiencias, así como las armas empleadas: mentiras, manipulaciones, comportamientos violentos etc. 

Antes de abrirla debemos asegurarnos de que estamos preparados para el perdón, perdón hacia nosotros mismos y hacia los demás y que poseemos valentía y sabiduría para evitar devastadoras explosiones nucleares en nuestras vidas.

En estos sombríos momentos de la Historia de la Humanidad, la Caja de Pandora que cada país guarda, está llena de conflictos internos y externos,  de pobreza, de miseria, de crisis económica, social y climática y los gobernantes siguen ignorando sus graves consecuencias para la humanidad y el planeta: éxodo y muerte, conflictos entre países por la supremacía provocando injusticias y destrucción entre todos los seres vivos.

La globalización nos acerca a todos y todos los países están involucrados en esta terrible espiral de violencia en la que todos los seres humanos estamos implicados. Creemos que la violencia es el arma más adecuada, directa y radical que existe para arreglar problemas rápidamente, pero la verdad es que la violencia siempre obtiene resultados temporales y deja a su paso estelas de ruinas y devastación, cicatrices que nunca dejaran de supurar. Como decía Gandhi: "el odio es como el ácido que corroe el recipiente que lo contiene".

No es el momento de abrir la Caja de Pandora de ningún país sino de exigir compromisos de todos los países integrantes en el planeta para crear un mundo mejor y erradicar la violencia, la injusticia, la esclavitud. No solo debemos luchar por todos los seres humanos sino también por un planeta sano y verde, luchar contra la contaminación y ayudar para que el cambio climático minimice su daño y no se cobre millones de vidas.

Científicamente se ha comprobado que el Amor es una energía muy poderosa para crear transformaciones positivas, como la paz que trae justicia, respeto y progreso.


La esperanza es la fuerza del amor que nos impulsa a seguir luchando por la paz para  construir un mundo mejor en este planeta nuestro.

martes, 3 de octubre de 2017

Imagina


                             (de la red)


Como decía Albert Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento”. La fuerza del pensamiento es infinita así como la energía, por lo tanto, podemos transformar nuestro micro universo.


Imagina que tus pensamientos vuelan hacia las alturas y descansan en las blancas nubes cargadas de paz y serenidad, para luego caer en forma de lluvia y regar  la tierra con armonía y bondad.

Imagina que esa lluvia de corazones alivia a la malherida Madre Tierra y sana a hombres, mujeres y niños que sufren sed y hambre, porque la tierra se ha roto de tanta polución, radiación, mareas negras y basuras que no dejamos de tirar en el mar y en la tierra.

Imagina un gobierno en el que todos sus representantes sean hombres y mujeres de honor, luchando por un solo objetivo: la paz y la unidad; donde la justicia sea igual para todos, dónde todos los países sean aliados y busquen apoyos, en lugar de diferencias, para erradicar las armas y el yugo de la violencia o de la esclavitud.

Imagina que la religión, pilar de millones de seres humanos, baje sus armas y se una a la verdad del Amor. Amor desinteresado y sin apegos, Amor sin color ni sexo, Amor sin fronteras, Amor incondicional a la naturaleza y a los seres vivos.


Imagina que todos los seres humanos forman una nación, la Humanidad, cuyos lazos brillan en el universo, caminan mirando de frente hacia su destino, cada uno diferente pero movidos por la fuerza del perdón, la solidaridad y el amor.

Imagina que los bosques y selvas crecen y nos traen aire fresco, alejando enfermedades y muertes  causadas por la amputación de millones de árboles.

Imagina a los animales viviendo sin miedo porque ya no pueden ser mostrados como trofeos.

Imagina que el sol, que cada día nos da vida con su luz, nos entrega sus caricias para que la humanidad pueda sentir el calor de la pasión sin miedo a la violencia ni a la humillación.


Imagina que las estrellas y la luna nos arropan con su luz  para que la noche oscura se ilumine y no sintamos miedo ante las sombras que nos acechan.


Imagina, imagina, imagina… pero siempre en positivo para establecer un vínculo de armonía para que la vida sea alegría.


Mahatma Gandhi decía: “La felicidad se alcanza cuando lo que uno piensa, lo que uno dice y lo que uno hace está en armonía”.

martes, 26 de septiembre de 2017

Unidad frente a división

Hay hombres y mujeres que hablan de división y no de respeto ni de libertad, son como cohetes que queman el combustible de su nave que va hacia ninguna parte.

La abajo firmante quiere declarar que la vida debe ser vivida, que los sueños deben realizarse, que la meta de todo ser humano es ser feliz. Son palabras, palabras y palabras cargadas de sentidos y verdades, debemos saber que tenemos el derecho de vivir en el país donde hemos nacido, donde las costumbres, la lengua, la idiosincrasia, forma parte de nosotros y nos da alas para ir hacia donde tenemos que ir, no ser exiliados o vivir en campos de refugiados o en otros países porque hay personas que promueven la división.

En un país donde la unidad es la fuerza, aunque se vivan caminos divergentes, todos tienen derechos, derechos a la democracia y a vivir con respeto, en cambio, si vivimos en un país donde se proclama la división, los derechos dejan de existir trayendo graves consecuencias para todos.

Ya de por sí la vida en la tierra es caótica, no se puede prever las consecuencias de la violencia ya sea de palabras o acciones y aun así estamos a la merced de unos individuos que en lugar de buscar soluciones se comparan unos a otros envenenando el aire que respiramos,  asustando a una parte de la humanidad que no sabe a quién creer y no confía en nadie.

Para tener un mayor control sobre las personas se crean guerras frías y calientes y muchos pensamientos oscuros de una época sombría de ignorancia y de crueldad afloran como si fueran sombras que se ciñen sobre nuestras vidas sintiendo sus garras en nuestra piel, y reabriendo viejas heridas una y otra vez que jamás cicatrizarán.

Tras un periodo confuso y dividido promovido por los que quieren vencer manipulando y mintiendo, renace otro en el que la esperanza y la paz son los puntos de anclaje de la nueva bandera de la unión, solo así encontraremos la fuerza para luchar por un mundo mejor donde la tibieza de algunos se perderá y solo será un mal recuerdo.

La unión es la panacea para esa enfermedad llamada división y poder crear un mundo mejor en la paz, la justicia, la libertad, los derechos humanos y el respeto.
Firmado

Ángeles Carretero Casar

jueves, 21 de septiembre de 2017

Marinero


Olas rotas que traen espumas,
Gaviotas que hacen cabriolas,
Ojos melancólicos y húmedos que
Sueñan con volver a surcar las aguas
De ninguna parte.

Marinero, no estés triste,
Has surcado océanos de la vida,
Y has sido feliz en tus mares,
Amores y sacrificios, tempestades y calmas.

El ancla solo te permite soñar
Sentado en la roca con tus recuerdos,
Mirando el horizonte de tus deseos.

Soplan vientos de libertad
Que sientes en tus adentros.

El ancla de tus sueños se ha levantado,
Las olas suaves acogen tu barca,
Atrás queda la espuma de las olas rotas…

A la luz del sol moribundo
Decía adiós nuestro marinero…
(fotos de la red)

martes, 19 de septiembre de 2017

NO ES EL MOMENTO DE TENER MIEDO


:
Como decía Pitágoras:
“No podemos permitir que unos cuantos dicten el rumbo de nuestro planeta ni de la Humanidad”
“¡Hombre de estado!, antes de dar leyes al pueblo aprende bien las de la armonía”
“Vivir según la Naturaleza es vivir según los dioses”

Durante siglos nuestros antepasados nos han reiterado una y otra vez que destruir la naturaleza y a nosotros mismos es destruir el don sagrado que todos poseemos, la vida, con graves consecuencias para todos. Si seguimos destruyendo nuestro don sagrado dejaremos de ser seres humanos para convertirnos en gigantes bestias cuya única distracción es la crueldad.

El panorama que tenemos en el mundo entero es desolador. Ha llegado el momento de elegir y de tomar la decisión de luchar todos juntos por una vida mejor para todos en serenidad, progreso y equilibrio. Es hora de dejar atrás a los gigantes, a las mentes perversas que se alimentan de odio y violencia y que impiden la paz; no es el momento de tener miedo sino el momento de buscar soluciones urgentes al caos que estamos creando.

Ha habido grandes catástrofes provocadas por seres humanos cuyas consecuencias aún nos hacen sangrar nuestras heridas abiertas. En estos días la Madre Naturaleza se ha manifestado a través de sus entrañas, llorando y aullando sus gritos de desesperanza, haciendo mucho daño a miles de personas. No es el momento de que algunos Gobernantes hagan un pulso con la naturaleza, ni de relaciones de fuerzas ni de mostrar quien es el más poderoso. Es el momento de tomar medidas y buscar soluciones a tanta miseria, a tanta destrucción y a tantas violaciones de los derechos humanos en todos los países del mundo.

Todos los seres que vivimos en el planeta Tierra somos inquilinos efímeros, nada nos llevaremos el día del adiós definitivo. Así que ¿por qué no disfrutemos de las maravillas del planeta? ¿Por qué no hacemos lo correcto ayudando y compartiendo un poco de serenidad, alegría y amor con todo aquel que se encuentra en la tristeza y en la miseria?

No podemos separar los elementos que componen el planeta -agua, tierra, fuego, aire-, todos juntos forman la unidad de la Naturaleza al igual que todos los seres humanos formamos la unidad de la Humanidad.


Los Gobernantes tienen una responsabilidad muy grande hacia todos los ciudadanos y hacia la Naturaleza, es primordial que se centren en los problemas actuales, que busquen soluciones y que garanticen el respeto a la Naturaleza y la paz a la Humanidad. 

Secretos

Vivimos efímeros momentos íntimos
De secretos y vivencias.
Secretos de amores escondidos
Como perlas en el océano.

Secretos de un encuentro prohibido
De miradas furtivas y roces
Que duran la eternidad de un susurro.

Secretos de felicidad por realizar
Ese sueño que nadie comprende,
De profundas tristezas y alegrías
Vividos en el desván de la existencia.

Secretos de saber fluir con la vida
Cargando anillos y emociones,
De recuerdos y errores.

Lágrimas que han bautizado el alma,
Creando un renacer de alas
Para sentir la fragancia de la suave brisa
Y el nuevo sabor de la vida.

Secretos que solo viven en el alma
Del que ama, llora, siente y recuerda
Que la vida son momentos de miradas

Furtivas y roces de brisas amigas.


domingo, 17 de septiembre de 2017

Felicidad


Felicidad, flor solitaria que nace
En las aguas profundas y turbias
Del alma que se despierta
Al dulce aroma de la existencia
Con misteriosos lazos y amables brisas,
Sellando el vínculo sagrado de la vida.

Felicidad, diamante que nace
En las entrañas de los corazones
Donde el crepitar del fuego
Rompe las cadenas liberando
La luz en mil colores.

Felicidad, esencia de estrellas solitarias,
Que transitan por la vida cargadas de enigmas,
Tesoros de luces y alegrías,
Cofres de sombras y tristezas,
Brillando como el sol y la luna
A través de la fuerza de la experiencia.

Felicidad, vida y luz
Que debemos mimar y proteger.
No podemos ignorarlas ni matarlas
Porque si las ignoramos o las matamos,
Ahogamos nuestra alma en nuestra propia trampa.

Felicidad, amor y creación, luz y vida,
Fuerzas infinitas y eternas,

Nos recuerdan el olvido de nuestra esencia.

domingo, 13 de agosto de 2017

CARTA DIRIGIDA A LA HUMANIDAD



Querido ser humano,

Esta carta va dirigida a ti que eres fuerte y libre; a ti que te condenan por tus ideas y permaneces encarcelado; a ti que huyes de las violaciones de tus derechos, de la injusticia y de la guerra; a ti que sufres las consecuencias del dolor de la tierra; a ti que gobiernas y no cumples con tu responsabilidad; a ti que matas por matar, por odio y por dolor; a ti y a todos los seres humanos que sufren y luchan en silencio, por la Paz y por la Madre Tierra, para que la vida pueda continuar en ese vaivén de nuestra existencia.

Vivimos un periodo de sombras donde las decisiones de algunos causan graves situaciones a muchos seres humanos que guardan en sus cuerpos sufrimiento y dolor, miedo y temor. Nuestra vida se ha convertido en un sinsentido y éste sinsentido nos lleva a buscar el sentido de nuestra existencia para ennoblecerla y poder ser soberanos de nuestras vidas.

El orgullo y el ego, la avaricia y el egoísmo, la intolerancia e injusticia nos conducen a un paupérrimo nivel de conciencia, a actuar con los demás -en todas las situaciones- con despotismo, velando lo mejor de nosotros mismos, haciéndonos caer en nuestra propia trampa, hiriendo a los demás y a nosotros mismos; produciendo un sufrimiento innecesario. La gran mayoría de los seres humanos buscamos serenidad y alegría en nuestras vidas y para ello debemos vestirnos de  humildad y responsabilidad hacia nosotros mismos y hacia los demás.

Hay muchas formas de vivir, huyendo y sobreviviendo con pensamientos parásitos y negativos con consecuencias desastrosas, o, en  armonía y en serenidad, cada vez que crecemos y progresamos salimos victoriosos de nuestras pruebas, sintiéndonos más fuertes y seguros. La elección, una vez más, nos pertenece.

Muchas veces, nuestra vida es una grotesca caricatura cuando vivimos nuestra realidad en el desván. Hay que aprender a ser uno mismo, a ser los protagonistas de nuestras vidas, y no simples espectadores intentando comprender el espectáculo entre bastidores.

No podemos seguir caminando con las manos manchadas de sangre ni con botas de acero. Es hora de hacer el camino con las manos limpias y  los pies ligeros para unirnos a esa danza de hojas y lluvias que se entrelazan a través del aire. La Humanidad y la Madre Tierra están unidas a través de un vínculo sagrado en el corazón espiritual de cada uno de nosotros haciéndonos sentir que no estamos solos.

La motivación para luchar por la justicia, la libertad, los derechos humanos y el respeto debe emerger de nuestro corazón profundo donde reside la esperanza, simple palabra que crea lazos dorados a través del planeta y de la Humanidad entera. Es la hora de la acción, de vivir en la paz, por ello no podemos desfallecer ni compadecernos. El sentido de nuestra vida es luchar por ser felices y vivir con dignidad, con respeto y en libertad, cada uno de nosotros en nuestro lugar de residencia, con nuestras costumbres y creencias.

Deseo que estas palabras de esperanza, de apoyo y consuelo nos unan a todos para llegar a tener una existencia digna y pacífica.

Un abrazo,

AHIMSA ES VIDA

lunes, 7 de agosto de 2017

EL BARQUERO DEL SILENCIO


Las aguas del río fluyen formando parte de un todo, cataratas, lagos, mares…, nos hablan y nos cuentan bonitas historias si sabemos escuchar.

“Esta es la historia de un hombre que vivía en la ribera de un río, rodeado de altas montañas de cumbres nevadas. Su  cara estaba bronceada por el sol, marcada por arrugas de felicidad y sabiduría y sus ojos brillaban con mirada clara y serena.

Lo conocían como el “barquero del silencio” por sus parcas palabras ya que prefería escuchar a hablar, pero sus ojos reían cuando contemplaban a las personas que buscaban su compañía para que las llevase a la otra orilla. Personas variopintas y cada una de ellas con historias singulares, con sueños por realizar o desengaños guardados en el corazón de la tristeza.

El barquero se sentía libre como el viento y amaba ese río; en sus aguas podía oír esa risa que le devolvía momentos felices de amor y ternura compartidos con su amada que aunque se había ido, su risa quedó reflejada en el agua, dibujando para siempre esa sonrisa en su cara arrugada y en sus ojos de mirada clara. 

Como era habitual, el barquero estaba sentado en la orilla del río. “Hoy va a caer una gran tromba de agua” pensaba mientras miraba  al cielo cubierto de negros nubarrones. En ese momento apareció un hombre de mirada altiva. Pidió al barquero que lo llevara a la otra orilla. El barquero le dijo que era mejor esperar ya que la tormenta estaba a punto de descargar; pero el hombre dijo que no quería esperar. Salieron en la barca pero la tromba de agua cayó con tal fuerza que tuvieron que regresar. El barquero le ofreció su humilde cabaña hasta que escampara. El señor aceptó con mala cara y el barquero sonriendo le condujo a su humilde morada.

Choza austera, pulcra y ordenada. Mientras tomaban café el hombre le contó su maravillosa vida, de viajes a través del mundo, de reuniones y de hoteles de lujo. En un silencio entre las frases dichas,  pensó: “pobre hombre, vaya vida más triste y solitaria". El barquero lo escuchaba con atención, con ojos serenos y sonrientes.

El hombre siguió con su monólogo  y cada vez se sentía más orgulloso de su vida, cuando de pronto, el barquero le preguntó para iniciar una conversación: ¿tienes familia?  No tengo tiempo. respondió; ¿tienes amigos? Tengo muchos clientes; ¿qué haces en tus ratos libres? Soy un hombre de negocios muy ocupado, no tengo tiempo ratos libres. Mi vida es el trabajo. Su cara transmitía la  extrañeza por estas preguntas y ante el silencio del barquero, se puso a observar la pequeña choza pulcra y ordenada y, entonces, oyó el canto de la lluvia al caer; por primera  vez en su vida, sintió recogimiento y deleite ante tal armonía y belleza.

El barquero le comentó: “tienes una vida ajetreada que conlleva una  soledad impuesta. Tanta gente anónima a tu alrededor que como fantasmas van y vienen sin dejar huella. Es triste que te pierdas el amor, que no puedas sentir el abrazo cálido, que no puedas oír la risa o compartir momentos dulces e íntimos con un ser amado”.  EL hombre lo miró con cara de perplejidad y pensó: “¡éste barquero no comprende nada… mi vida es maravillosa!”.

El barquero sonriendo le dijo: “no todo es trabajo y huida, debes conocerte y así encontrarás el camino de tu vida”.

Escampó y el barquero lo llevó a la otra orilla, allí se despidieron con un adiós.

Un año más tarde, mientras que el barquero estaba en la orilla del río oyendo la risa de su amada en el agua, apareció el hombre de mirada altiva, esta vez, acompañado de una mujer a la que adoraba. “Solo he venido a darte las gracias por aquella taza de café que cambió mi vida”.

La vida no es lo que tenemos, la vida es lo sentimos, si buscamos la paz y la verdad las encontraremos, si buscamos el egoísmo y la violencia los encontraremos. Solo de nosotros depende la elección. Todos llevamos el universo en nuestro corazón. 

                                  (Imagen libro La Naturaleza Sagrada del Ser Humano)

sábado, 5 de agosto de 2017

LA ESPERANZA DA VIDA A LA PAZ


¿Qué hace falta para que una idea se realice?, la respuesta es, “dar vida a esa idea mediante el deseo y la acción para llegar al resultado”.  Hay que creer en ese proyecto y luchar para realizarlo, para ello es necesario esfuerzo, disciplina y voluntad.

Muchos seres humanos duermen y se sienten cómodos en su zona de confort; su rutina y su desidia han hecho que dejen de cuestionarse si deben sacudirse el polvo que llevan encima durante tanto tiempo. Otros humanos se encuentran sentados sobre un polvorín de fanatismo, religioso o racial. Otros con graves problemas huyendo de la guerra, del hambre y de la sed… Otros, una minoría, con poder y medios crean conflictos sabiéndose amparados por su posición.

Las voces de las víctimas se pierden en el olvido, cada vez la violencia entre las personas es más cruenta, todo esto está llegando a no afectarnos porque forma parte de nuestra rutina. Nuestra conciencia está anestesiada y nuestra civilización está decayendo.

Nos hemos habituado a vivir en el mundo de las sombras. Atacando a los pueblos más vulnerables y a la Madre Tierra, contaminando los océanos y el aire, destruyendo sus pulmones y a sus habitantes. Violamos las fronteras entre los propios seres humanos y entre los humanos y el planeta.

Muchos Gobernantes sentados en el sillón del poder no tienen visión de futuro; improvisan sus decisiones con el consiguiente daño para el pueblo, imponiendo sus leyes a la fuerza porque son incapaces de observar las necesidades del pueblo a través de una perspectiva superior. Estos seres humanos despiertan el  espíritu del conflicto y de la adversidad abriendo las puertas a las sombras de las  tinieblas que se extienden sobre la Humanidad y el Planeta Tierra.
 
Vivimos en un mundo enloquecido y si no buscamos soluciones urgentes vamos a terminar aniquilándonos unos a otros, porque nadie quiere soltar sus privilegios o su poder... Vivimos continuaciones de otras épocas cuyos resultados conocemos.

La Humanidad y la Madre Tierra necesitan un proyecto de esperanza para dar vida a la paz. La Esperanza es la panacea que nos permite sanar nuestra alma triste y cansada. La Esperanza es la fuerza que puede cimentar un mundo mejor para todos los habitantes de la Tierra. La Esperanza es la luz en nuestro camino hacia la paz.


(Imagen de la red)

viernes, 4 de agosto de 2017

UN TIFÓN CABALGANDO SIN DIRECCIÓN

Vivimos momentos de desconcierto, de inseguridad, de gran vulnerabilidad debido a las consecuencias devastadoras que dejan a su paso tifones imprevisibles que cabalgan en todas las direcciones, arrasando todo a su paso.

Miles de hombres, mujeres y niños se despiertan bajo violentas ráfagas de armas, bajo violentos discursos de mentiras y de opresión;  se encuentran en  medio de esos tifones sin saber qué hacer, a dónde ir, no comprenden el porqué de su situación.

La gran mayoría de los seres humanos desean vivir en serenidad, tener un trabajo que les permita vivir dignamente y disfrutar del día a día junto a  sus familias y amigos; pero hay hacedores de guerras, de mundos de violencia que viven en un estado de atrofia, sin importarles el destino de sufrimiento e injusticia que infligen a los ciudadanos.

Muchos gobernantes esconden bajo su grito de justicia y de libertad, su control y sometimiento al pueblo, arrebatando a los ciudadanos los derechos y privilegios que les corresponden. Esto parece un torneo de justas por puro entretenimiento que algunos gobernantes disputan para conseguir más recompensas y beneficios a su ya poder totalitario. Estos torneos de justas crean situaciones turbadoras y desconcertantes, de miedo y temor en el pueblo; del miedo nace el odio y la rabia, bestias negras que vician el aire de la justicia y de la libertad, y como consecuencia de ese aire viciado, un tifón cabalga a lomos de un huracán.

La paz, la libertad, la justicia están en la moderación y en el equilibrio, estados que nos permiten llegar al discernimiento para poder elegir cual debe ser nuestra acción; si nos posicionamos sobre las acciones justas y positivas llegaremos a la armonía y a la serenidad, sueños a los que aspiran la gran mayoría de la Humanidad.

Urge ya detener la desmesura de violencia y de sangre y para ello es necesario un cambio, crear un mundo nuevo y mejor construido sobre los cimientos de la paz, enterrando así la venganza y la violencia.

La paz es responsabilidad de todos. A la paz se llega con la no violencia, solo así el espíritu del conflicto será derrotado.

La rosa blanca símbolo de los luchadores de la paz.


(Imagen de la red)

lunes, 31 de julio de 2017

La paz es el camino (M. Gandhi)


El universo, el planeta, la humanidad y los seres vivos alzan su grito al unísono pidiendo “PAZ Y LIBERTAD”.

En este mundo convulsivo en el que vivimos, nuestras vidas están alteradas por la violencia y el sufrimiento de miles de personas que viven a nuestro alrededor. La Humanidad camina en estos momentos con sentimientos contradictorios de esperanza y temor, sintiendo la nostalgia de la paz en su desnuda soledad.  La Humanidad busca y necesita PAZ para vivir y LIBERTAD para hacer frente a cualquier forma de tiranía   impuesta.

No podemos ver la PAZ como un concepto abstracto y general que solo atañe a la sociedad como conjunto. La Paz es un compromiso de cada uno de nosotros, es una actitud, es el camino en la vida cotidiana,  estemos donde estemos, en cualquier rincón del planeta. La Paz, a mayor escala, es responsabilidad de los líderes y gobernantes, ellos tienen la obligación de mantener la paz ya que en sus manos están las vidas de millones de personas; con mucha tristeza observamos que en algunos países los ciudadanos están al borde del abismo. No se puede tolerar ni admitir que la codicia de algunos dirigentes lleve al pueblo a una sangrienta guerra civil.

La palabra PAZ irradia su luz con prosperidad, dignidad, respeto, tolerancia, libertad, derechos humanos y civiles, pilares necesarios para poder Vivir,   ver a nuestros hijos crecer y a futuras generaciones. Asímismo, la Naturaleza necesita Paz para regenerarse y poder alimentarnos y saciar nuestra sed.

Todos elevamos nuestra plegaria por la PAZ para que todos los seres del planeta, estén donde estén, la puedan oír y sepan que no están solos.


                                                        (foto google)

viernes, 28 de julio de 2017

DERECHOS HUMANOS Y CIVILES


Los Derechos Humanos y los Derechos Civiles tal y como sus nombres indican, son los Derechos que cada persona posee a su nacimiento, da igual su color, su credo, su etnia, su tradición, su ideología política… su país. Su objetivo es poner fin a tanta injusticia, desequilibrio, caos, violencia, miseria y penuria.

Copio textualmente:
Según Wikipendia: “Los derechos humanos son aquellas «condiciones instrumentales que le permiten a la persona su realización»1 . En consecuencia subsume aquellas libertades, facultades, instituciones o reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos2 que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, «sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición»”.3
Según Wikipendia: “Derechos civiles y políticos, o derechos cívicos, son los derechos que protegen las libertades individuales de su quebrantamiento ilegal (represión) por parte del poder (sea el de los gobiernos o el de cualquier otro agente político público o privado), y garantizan la capacidad del ciudadano para participar en la vida civil y política del Estado en condiciones de igualdad, y sin discriminación.

Los derechos humanos y civiles van unidos a la justicia, la libertad y al respeto, cualidades supremas de la Humanidad. En cualquier sociedad -tanto de la antigüedad como de la actual-, las leyes, las normas y las reglas se hicieron para ser cumplidas y así obtener un mejor desarrollo y bienestar para todos los ciudadanos. Las leyes, normas y reglas son para todos iguales y no se puede tolerar más, que unos cuantos individuos hagan unas leyes a su favor en detrimento de los ciudadanos. Una sociedad sin leyes no es posible ya que nos llevaría al caos, a la injusticia y a la esclavitud por parte de los más poderosos, cuyas consecuencias y reacciones pueden ser inimaginables y muy violentas.

Para vivir con dignidad y en paz en este abanico multicolor llamado Humanidad, tenemos que cambiar muchas leyes, normas y reglas; cambiar de forma de pensar y cambiar de actitud. En pleno siglo XXI, aún queda mucho trabajo por hacer, muchos problemas por resolver y sobretodo aceptar que  la libertad, la paz,  la justicia son las bases para una convivencia justa y digna. Solo la honestidad y el respeto hacia el pueblo traen progreso y bienestar a todos los ciudadanos. No podemos encajar a presión las leyes y las normas que unos cuantos han impuesto solo en su beneficio. Si se gobierna con orgullo, con egoísmo, con los oídos tapados, con un ego insatisfecho deseando a toda costa no perder el sillón del poder es porque su único interés es controlar y someter a los ciudadanos, llevando al país a un abismo de miseria y sufrimiento.

Si dejamos abiertas las puertas a la violencia, las fuerzas oscuras que destruyen todo: sociedades, vidas, países, valores morales, sueños…, entrarán y todo desaparecerá. . Ninguna raza, religión, etnia, nación… es superior a otra, todos somos seres humanos, por lo tanto, iguales y todos merecemos ser respetados. Sin respeto jamás se alcanzará la Paz y sin Paz no se puede vivir, se sobrevive en el llanto y en el dolor, bajo el yugo de la injusticia. Cerrando las puertas a la violencia y a la intransigencia, nacerá un nuevo periodo para la humanidad de  paz y de justicia, donde todos los seres humanos tendrán acceso a la educación, a la sanidad, a la vivienda, al respeto y a la dignidad.

La filosofía de Mahatma Gandhi AHIMSA, es un imán para miles de personas.  Los pilares de “Ahimsa, la no violencia” son La Paz, la Justicia, La Libertad, el Respeto, la Solidaridad, la Compasión y el Compromiso, y todo esto conlleva tolerancia y perdón; estos pilares toman su fuerza del pilar central, el Amor, esencia y motor de la Humanidad, de cualquier ser vivo y de la naturaleza. Todo forma una unidad y no puede separarse, el uno no existe sin el otro, y como decía Platón: “el mundo está hecho de lo uno y de lo otro”.




(fotos de la red)