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Ahimsa es vida

lunes, 31 de octubre de 2016

Mi nombre es Bolingo


Oyendo esa dulce melodía de las olas, me abandono a mi ensoñación. Veo a un niño con la sonrisa más radiante que el mismo sol, en un bosque lleno de luz y color; criatura adorable que danza con sus  brazos levantados, en símbolo de gratitud al Espíritu del bosque por su belleza y por este nuevo día;  observo y siento con recogimiento el respeto de este momento de unión con la Naturaleza. Cuando termina, se acerca,  me dice su nombre, “Bolingo”.

Bolingo desprende esa Luz propia de los seres amantes y respetuosos que unen las energías del cielo y de la tierra.   Sus ojos negros y profundos están cargados de sabiduría, -sabiduría del más allá y de su  aprendizaje a través de su historia en la Humanidad-, me mira y su mirada me traspasa el alma y el tiempo a mi alrededor se detiene.

Veo África, continente de mil sabores y colores, música, sonrisas, paraíso de belleza y sabiduría. Cuna de la Humanidad con sabiduría milenaria, que aún hoy en día sigue radiando su luz a millones de personas. Descubro países tan diferentes, unos llenos de belleza, gracia y delicadeza que contrastan con otros donde la miseria, la desigualdad y el horror son los alimentos diarios de sus habitantes. Su suelo está sediento de paz y no admite más sangre. África agoniza entre guerras de hermanos y sed de la tierra. Muchas almas luchan para crear la paz y el bienestar social pero hay sombras que lo dividen para que esa paz y prosperidad no germinen en su suelo. En mi espíritu oigo palabras de consuelo de un gran luchador, Martin Luther King: “devolver odio por odio multiplica el odio, añade una oscuridad más profunda a una noche ya desprovista de estrellas.  La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: solo la Luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede hacer eso”, y palabras de Nelson Mandela: “el perdón libera el alma, elimina el miedo, por eso es una herramienta tan poderosa”.

De nuevo estaba en el bosque y esos ojos de ébano me miraban y  sonreían. “Hay almas sombrías que buscan la luz sin saberlo, sufren y odian por ello; hay almas dormidas en el confort y hay almas luminosas que iluminan el camino. Hay que movilizar todas las fuerzas para luchar por la paz y hacer frente al miedo, hay que perseverar para conseguirlo y vencerlo”, me dijo.

Supe que había llegado el momento de decir adiós a ese niño eterno que todos llevamos dentro, él puso su mano sobre su corazón en símbolo de gratitud y amor, yo hice lo mismo, pues, ese niño llamado “Bolingo” me ha enseñado que el amor y el perdón son herramientas para construir un mundo mejor.

Ahora sé qué no fue un sueño, fue una experiencia en la que el alma se eleva y viaja por el universo para enseñarnos que todo forma parte de un Todo. Su nombre “Bolingo” será recordado y no lo podemos olvidar. Su mensaje de paz y esperanza, de gratitud y alegría, de solidaridad y libertad hacia su tierra natal África y hacia toda la humanidad es el lenguaje de los tambores de la tierra, de la danza y de la alegría, de los colores y de la vida.



                                                         (fotos de la red)

martes, 18 de octubre de 2016

TOMAR CONSCIENCIA DEL DESTINO DE LA TIERRA


Los seres humanos nos olvidamos muy frecuentemente de que también somos Naturaleza, todos formamos parte ella, nacemos, vivimos y morimos en ella. Pero la hemos relegado a un plano secundario dando más poder e importancia a la tecnología, a las posesiones materiales…, nos sentimos identificados con “mi coche, mi casa, mi TV, mi móvil, mi ordenador…”, que a lo que realmente importa que es nuestra casa “La Madre Tierra”.  

Somos hijos de la Historia de la Naturaleza, debemos volver a aprender a escuchar las voces de nuestros antepasados, ellos han vivido y han luchado para que nosotros tengamos y vivamos en un mundo mejor; nos han dejado una historia como herencia para no repetirla jamás: holocaustos, guerras, odio, racismo, violación de los derechos humanos, pero, una vez más, no hemos querido escuchar sus consejos y mucho sufrimiento ha sido en vano y cuyo resultado en la actualidad es terrible.

Algunas mentes perversas, tanto de hombres como de mujeres, se alimentan de odio, ira y destrucción, se creen todopoderosos porque tienen el poder gracias al terror y al miedo, manteniendo oprimidos bajo la esclavitud a muchos seres humanos.

Ha habido grandes catástrofes humanas como la bomba de Hiroshima y Nagasaki en 1945, desastres radioactivos como el de Chernóbil 1986, Fukushima 2011… y algunos siguen haciéndose los protagonistas en un pulso de fuerza con pruebas nucleares… No sé cuál es el objetivo ya que si destruimos nuestro medio ambiente nos destruimos todos, nadie ni ellos mismos sobrevivirán.

La Madre Tierra no sabe de fronteras con lo cual todas esas partículas radioactivas se han paseado una y mil veces a través del planeta impregnándolo todo, de ahí que hayan nuevas y raras enfermedades tanto físicas como psíquicas, además del cambio climático cada vez con mayores y graves consecuencias como grandes sequías, desbordamientos, lluvias, huracanes…  No podemos seguir sin aceptar que “somos y formamos parte del planeta” y que depende de nosotros su cuidado y su protección.

Hemos dejado de creer en nuestras capacidades, hemos dejado de tener confianza en nosotros mismos, hemos dejado de crear por nosotros mismos para crear a través de la tecnología, hemos dejado de ser creadores de nuestras vidas para ser consumidores de tecnología.

El hecho de olvidar nuestro papel de seres humanos trae desequilibrio, tanto en el planeta como en nosotros mismos.

Los elementos manifestados de la Creación como son: la tierra, el aire, el agua, el éter, el fuego, los árboles, las montañas, los volcanes… han servido para crear la Naturaleza y los seres vivos y todos juntos formamos nuestro “Planeta Tierra”. El problema al que estamos confrontados en estos momentos es el desequilibrio, estamos desequilibrando de forma muy grave al planeta y por consecuencia a nosotros mismos. La tierra está regada de sangre, el aire está lleno de gritos de dolor y desesperación de las almas que a través de sus rezos y súplicas piden clemencia y paz. El agua se está contaminando y muchas especies están desapareciendo; la deforestación es un gravísimo problema, los árboles son los pulmones del planeta  y los estamos  extirpando…

Estamos repitiendo la misma historia que vivieron nuestros antepasados; ellos han muerto, han sufrido y han luchado para que esa historia no se repitiera, pero… estamos aniquilando a nuestros hermanos con guerras, masacres, hambres, violaciones de los derechos humanos bajo las etiquetas que más nos convienen en este momento: religión, poder, diamantes, ideologías, colores…, hay miles de etiquetas bajo las cuales se amparan unos cuantos, creando holocaustos, terror y desequilibrio a todos los niveles, con gravísimas consecuencias para todos los seres humanos del planeta.


La Humanidad entera está aquí para aprender y rectificar de sus errores, todos estamos de paso, nuestra existencia es efímera, es mejor que la Historia hable de nosotros por ser creadores de vida, de paz, de alegría y de bienestar que por ser aniquiladores, dictadores, violadores de los Derechos Humanos, artífices de masacres… en la actualidad ya se sabe lo que la Humanidad piensa de esos monstruos.

¿Hacia dónde se dirige la Madre Tierra?

Nuestra casa “el Planeta Tierra” tiene por misión darnos todo lo que necesitamos y en contrapartida tenemos que cuidarlo y protegerlo, pero algunas mentes desprovistas de Humanidad están empeñadas en enviarnos a todos al caos, bien por un sillón de oro bien por unos diamantes, bien por una ilusión efímera de creerse todopoderosos con poder de decisión sobre la vida de otros seres bien por imponer unas leyes que solo son favorables a los que las promulgan…

El panorama que tenemos es desolador, pero no es para tener miedo ni echarnos a correr, no, es para reflexionar y tomar medidas, cada uno de nosotros en nuestro pequeño universo debemos comportarnos como hijos de la Naturaleza y respetar a los demás hermanos, aceptando su diferencia y, con dignidad y respeto, podemos compartir nuestras vivencias, mejorarlas y avanzar.

Como decía Pitágoras:
 “No podemos permitir que unos cuantos dicten el rumbo de nuestro planeta ni de la Humanidad”
“¡Hombre de estado!, antes de dar leyes al pueblo aprende bien las de la armonía”
“Vivir según la Naturaleza es vivir según los dioses”

La Humanidad debe elegir… y debe rendir homenaje a la Naturaleza con respeto y luchar por un mundo mejor para dejar en herencia a nuestros hijos un mundo en que puedan crecer y reír no devastado por el odio.

Podemos poseer millones de diamantes, armas destructivas, esclavizar y matar a los seres humanos pero jamás venceremos a la Naturaleza. Seamos humildes ante su grandeza y fuerza para que podamos vivir en paz y disfrutemos de la Vida, nuestro don más sagrado.

¿Por qué?
Los hombres matan por un trozo de tierra,
Quieren controlar y poseer la tierra y a sus habitantes.
Yo quiero vivir en paz, ver a mis hijos crecer y
A los hijos de mis hijos, y a los hijos de los hijos de mis hijos.
Quiero un mundo de paz
Para que las generaciones que tienen que venir,
No se hagan la pregunta:
¿Por qué nos han dejado un mundo devastado por el odio?
¿Por qué cientos de miles de seres humanos tienen que emigrar?
Dejando atrás su dignidad, sus casas, trabajos, amigos, familiares,
Enfrentándose a una muerte casi segura
Solo llevando de equipaje su esperanza,
Que tal vez les guíe hacia su destino.
Yo soy un ser humano y exijo mi libertad y mi respeto,
Que importa mi color, mi creencia, me sexo, soy un ser humano,
¡Basta ya de esta barbarie!
El planeta es de todos, sin preferencias, y todos
Podemos convivir con respeto, aceptando la diferencia con los demás.




Te ofrezco mi rosa de la amistad para que juntos podamos disfrutar de la Naturaleza y vivamos una vida plena y serena.

miércoles, 12 de octubre de 2016

RECUERDOS LEJANOS


Todo surge cuando tiene que surgir, en el momento adecuado, ni antes ni después.

Estoy sentada en una piedra observando mis queridos árboles, sintiendo el aire y ese olor a tierra mojada que tanto me gusta, cuando… sentí en mi interior ese cosquilleo…, el tiempo y  el espacio se congelan y me vi envuelta en una espiral. Me gusta esa sensación maravillosa de ligereza…

Mi conciencia me acompaña siempre, es la misma que ahora mismo, veía un jardín de luces que brillaban como la Dama de Noche. Oía la música de las esferas provocada por la vibración de las energías de las estrellas. Estaba absorta en la magia y belleza de mi visión, cuando sentí y oí la vibración de un canto profundo y sincero que había atravesado los confines de la tierra, y que provenía del corazón de un ser humano. Los colores rojos, amarillos… se fundían en el horizonte. Un nuevo amanecer saludaba a la Madre Tierra y a todos los seres, era el canto al nuevo día.


                                                 
Veía un valle, atravesado por un riachuelo, era un  poblado de nativos  norteamericanos, no estamos en la época actual.

Este canto provenía de Pluma de Águila, Chamán de su poblado. Cantaba al nuevo día y daba las gracias a Wakan Tanka, el Gran Espíritu, por haber ayudado a su pueblo a llegar a ese lugar después de un gran éxodo, de sufrimiento y muertes. Exilio forzoso  provocado por la ignorancia desmesurada de unos hombres blancos que creían poseer la verdad.

Entré en su Tipi, me gusta la sencillez y lo cálido de su ambiente. Es maravilloso estar en contacto con el Espíritu de una persona cuyo amor incondicional es ayudar a sobrevivir unas costumbres y un legado que no deben morir.

Pluma de Águila se dirigió a Sweet Lodge, para purificarse y poder entrar en contacto con el Gran Espíritu, Wakan Tanka. Tiene que sentir y percibir la forma más sencilla y eficaz  de ayudar y elevar la estima de su pueblo, personas  que se han vuelto vulnerables, que han sufrido el odio y la ignorancia en sus carnes así como las  masacres tanto humanas como de la Madre Tierra.

Pluma de Águila en su visión me  dejó un mensaje: “el hombre debe recuperar su honor y su dignidad, debe recuperar el respeto por sí mismo y por la Naturaleza, debe aprender a respetar otras verdades y debe encontrar su Humanidad, si no lo hace los tiempos venideros serán muy difíciles. Todos los hombres somos hermanos y vivimos en la casa de la Madre Tierra, sin preferencias ni privilegios”.

Volví a sentir el olor de la tierra mojada y, tuve la sensación de una vivencia y un recuerdo lejano muy querido a mi alma; oí las palabras que provenían de ese canto lejano de no olvidar las palabras de Wakan Tanka.

LAS PALABRAS DE WAKAN TANKA

Wakan Tanka me habla
A través de las páginas de un libro
Que los hombres no han escrito.
Ninguna palabra, ningún credo, ningún dogma:
Lo que escribe no me liga a ningún clan,
En las bandadas de pájaros que atraviesan el cielo,
Vuelan hacia las lejanas regiones,
En los árboles que hacen raíces
Y lentamente se elevan siempre más altos,
En las flores cuyos pétalos
Exhalan un perfume embriagador,
En cualquier animal
Que persigue algún objetivo,
En el Sol que nace con cada aurora
Para anunciar un nuevo día,
En la Luna que en el hueco de su mano
Hace descender y subir las mareas,
En Venus, Marte y Júpiter,
En las estrellas que forman la tropa celeste,
En todo lo que respira,
Se mueve, se arrastra y vuela,
Wakan Tanka me da de beber sus palabras.

(K. Meadows , Médicine de la Terre)

(foto amanecer en Haleakala Hawaii. La Naturaleza Sagrada del Ser Humano)

jueves, 6 de octubre de 2016

EL SABER Y LA SABIDURÍA AL SERVICIO DE LA HUMANIDAD


Somos Hijos de La historia de la Humanidad y ésta historia, nos llega a través de las caricias de la luz de las estrellas, del susurro del agua, de la serenidad y del silencio de la brisa, de la fortaleza de la montaña… relatos que nos dicen que la ignorancia del corazón es la causante de los grandes males en el mundo en que vivimos. La Humanidad y el Planeta están en un profundo cambio y esto atañe a todos los seres vivos directamente: cambio climático con graves consecuencias para todos; cambios sociales, económicos, políticos y religiosos. Los cambios son positivos si nos hacen avanzar y prosperar para alcanzar nuestra meta “VIVIR”, esto es, transformar el sufrimiento por alegría, la violencia por  paz, la desidia por responsabilidad, la injusticia por justicia, el desprecio por respeto… 

La Naturaleza nos habla a través de sus manifestaciones: montañas, ríos, árboles, desiertos, volcanes, seres vivos... nuestra historia está inscrita en sus elementos: aire, agua, tierra, fuego, éter. Nuestras vivencias y experiencias nos hablan a través de sus acciones, acciones positivas y negativas. Tenemos que ser conscientes de que cualquier cosa por insignificante que sea permanecerá en el planeta, como dijo Antoine Lavoisier “Nada es perdido, nada es creado, todo es transformado”. Nada puede escapar a los elementos de la Naturaleza.

Estamos en un punto de  inflexión y todos los seres humanos debemos tomar una decisión, o bien vivimos con nobleza en el alma y con ideales que sean por un bien mayor, o bien seguimos matándonos unos a otros.  La vida es un camino que debemos recorrer durante nuestra estancia en nuestro planeta, y, si decidimos caminar con honradez y lealtad iremos sembrando semillas de armonía y de sabiduría, de responsabilidad y de voluntad, de fuerza y de coraje, de  paz y de libertad, pero, por el contrario, si seguimos destruyendo a nuestra Madre Tierra y seguimos masacrándonos, la violencia y el horror serán nuestro alimento, envenenando y contaminando nuestra vida, el aire que respiramos y el agua que bebemos, convirtiéndonos en robots de egoísmo y de violencia y viendo cómo se descomponen nuestros propios  cadáveres. El planeta es nuestra casa, en él nacemos, vivimos y morimos, nuestro camino debe ser pacífico para  ir erradicando tantos conflictos de ignorancia debido a la intolerancia e intransigencia.

Todo esto nos demuestra, una y otra vez, que las lecciones  que no hemos aprendido se repiten una y mil veces, siendo las consecuencias cada vez más violentas y crueles; si queremos dejar una herencia que no sea ver la descomposición de nuestros cadáveres, tenemos la obligación de quitarnos la venda de los ojos para observar lo que pasa a nuestro alrededor y dejar de ignorar al resto de la Humanidad para no seguir caminando por la vida como marionetas sin rumbo, a la merced de otros que dictan como debemos vivir, vestir, comer, respirar o morir. Podemos modificar las situaciones de nuestra vida, modificar el flujo de la ignorancia, de la intolerancia, de la coacción, de la intransigencia por olas de paz y amor.

Estamos en un profundo cambio, en un punto de inflexión donde nuestra voluntad no puede ser sumisa al poder materialista ni al poder dominado por el egoísmo, narcisismo o codicia. Nuestra voluntad debe ser el artífice para luchar por el Bien para que cada uno de nosotros podamos vivir en armonía y en paz y cuanto más luchemos por la paz, en AHIMSA, y más compartamos nuestro amor y serenidad, más alegría, compasión y perdón albergará en nuestros corazones.



No podemos seguir estando fragmentados, seccionados, ya que la división debilita las fuerzas y rompe los lazos de la vida. No podemos ser vasallos de las vanidades del sectarismo o de las vanidades del mundo. No se pueden cerrar los ojos ni hacer oídos sordos al clamor de las personas que piden Vivir, que se esfuerzan hasta caer exhaustas por extraer cada día un poco de miel en su vidas. El cambio debe ser positivo y adecuado para todos, aceptando cada uno de nosotros ser parte integrante de la Humanidad.

Al ser Hijos de la Historia de la Humanidad tenemos una herencia, una parte de ella  es violenta y mortífera que debemos sepultar para que no se vuelva a reproducir, y otra parte es de solidaridad, de amor, de compasión y de perdón. En este punto de inflexión debemos decidirnos hacia dónde queremos ir, hacia atrás o hacia la paz y esto conlleva una lucha conjunta por la libertad, el respeto, la dignidad de cada ser humano para no volver a dejarnos llevar por los fantasmas de la codicia, de la intransigencia o de la ignorancia y así evitar cometer los mismos errores por habernos olvidado de ser seres humanos.

Todas nuestras acciones y decisiones tienen una repercusión en nuestras vidas y en la de los demás, con consecuencias positivas y negativas. No podemos convivir y no ser conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor. Las relaciones entre los seres humanos y la Naturaleza deben ser armoniosas y equilibradas, creando cambios positivos y avanzando en esta danza que es la vida.

Estamos en el punto de inflexión y los responsables de llevar a bien estos cambios deben ser conscientes de sus responsabilidades y de sus compromisos hacia las personas y hacia la Naturaleza y no dejarse llevar por fuerzas caprichosas que solo hacen que los seres humanos seamos marionetas en un laberinto sin salida y sin fin. No podemos cerrar más los ojos ante la violencia y ante el  horror del mundo; hacia la deforestación, la contaminación y la destrucción de nuestro planeta.

Hay que romper las cadenas de la esclavitud para liberar la vida. 




Este punto de inflexión nos hace reflexionar y con él marcamos el carácter urgente de nuestra situación. No podemos seguir divididos ni separados, solo estando en la Unidad podremos “renacer”como Seres Humanos.





(imágenes de google)