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Ahimsa es vida

domingo, 13 de agosto de 2017

CARTA DIRIGIDA A LA HUMANIDAD



Querido ser humano,

Esta carta va dirigida a ti que eres fuerte y libre; a ti que te condenan por tus ideas y permaneces encarcelado; a ti que huyes de las violaciones de tus derechos, de la injusticia y de la guerra; a ti que sufres las consecuencias del dolor de la tierra; a ti que gobiernas y no cumples con tu responsabilidad; a ti que matas por matar, por odio y por dolor; a ti y a todos los seres humanos que sufren y luchan en silencio, por la Paz y por la Madre Tierra, para que la vida pueda continuar en ese vaivén de nuestra existencia.

Vivimos un periodo de sombras donde las decisiones de algunos causan graves situaciones a muchos seres humanos que guardan en sus cuerpos sufrimiento y dolor, miedo y temor. Nuestra vida se ha convertido en un sinsentido y éste sinsentido nos lleva a buscar el sentido de nuestra existencia para ennoblecerla y poder ser soberanos de nuestras vidas.

El orgullo y el ego, la avaricia y el egoísmo, la intolerancia e injusticia nos conducen a un paupérrimo nivel de conciencia, a actuar con los demás -en todas las situaciones- con despotismo, velando lo mejor de nosotros mismos, haciéndonos caer en nuestra propia trampa, hiriendo a los demás y a nosotros mismos; produciendo un sufrimiento innecesario. La gran mayoría de los seres humanos buscamos serenidad y alegría en nuestras vidas y para ello debemos vestirnos de  humildad y responsabilidad hacia nosotros mismos y hacia los demás.

Hay muchas formas de vivir, huyendo y sobreviviendo con pensamientos parásitos y negativos con consecuencias desastrosas, o, en  armonía y en serenidad, cada vez que crecemos y progresamos salimos victoriosos de nuestras pruebas, sintiéndonos más fuertes y seguros. La elección, una vez más, nos pertenece.

Muchas veces, nuestra vida es una grotesca caricatura cuando vivimos nuestra realidad en el desván. Hay que aprender a ser uno mismo, a ser los protagonistas de nuestras vidas, y no simples espectadores intentando comprender el espectáculo entre bastidores.

No podemos seguir caminando con las manos manchadas de sangre ni con botas de acero. Es hora de hacer el camino con las manos limpias y  los pies ligeros para unirnos a esa danza de hojas y lluvias que se entrelazan a través del aire. La Humanidad y la Madre Tierra están unidas a través de un vínculo sagrado en el corazón espiritual de cada uno de nosotros haciéndonos sentir que no estamos solos.

La motivación para luchar por la justicia, la libertad, los derechos humanos y el respeto debe emerger de nuestro corazón profundo donde reside la esperanza, simple palabra que crea lazos dorados a través del planeta y de la Humanidad entera. Es la hora de la acción, de vivir en la paz, por ello no podemos desfallecer ni compadecernos. El sentido de nuestra vida es luchar por ser felices y vivir con dignidad, con respeto y en libertad, cada uno de nosotros en nuestro lugar de residencia, con nuestras costumbres y creencias.

Deseo que estas palabras de esperanza, de apoyo y consuelo nos unan a todos para llegar a tener una existencia digna y pacífica.

Un abrazo,

AHIMSA ES VIDA

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